El atentado mortal perpetrado este sábado en el sur de Francia por la organización terrorista ETA es el primero desde que la banda oficializara la ruptura del falso alto el fuego permanente con un comunicado hecho público el pasado 5 de junio. Desde esa fecha, la banda terrorista ha intentado matar y causar el pánico en seis ocasiones.
El último con heridos tuvo lugar el pasado 9 de octubre en Bilbao, cuando ETA colocó una bomba lapa en el automóvil que conducía el escolta Gabriel Ginés Colás, de 36 años y natural de Zaragoza, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Previamente, el 24 de agosto pasado, la banda terrorista perpetró un atentado con furgoneta-bomba contra un cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya), en el que dos agentes resultaron heridos leves.
Las últimas víctimas mortales de ETA se remontan al 30 de diciembre de 2006, cuando con la tregua aún vigente fueron asesinados en el aeropuerto madrileño de Barajas los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.
Tras el comunicado de ruptura del alto el fuego permanente, el 25 de julio ETA colocó dos pequeños artefactos en las inmediaciones del recorrido que ese día hacía el Tour de Francia por Navarra sin causar heridos ni daños materiales.
El 24 de agosto, la banda terrorista atentaba por medio de una furgoneta-bomba cargada con entre 80 y 100 kilos de explosivo contra el Cuartel de la Guardia Civil en Durango, ocasionando heridas leves a dos agentes del Instituto Armado e importantes daños materiales.
Dos días después, el 26 de agosto, una furgoneta aparecía destrozada en Castellón fruto de una explosión. Este vehículo pertenecía a un matrimonio de Orio (Guipúzcoa) que junto con su hijo fueron secuestrados en las Landas. Los terroristas pretendían repetir el modus operandi del atentado de la T-4 y mantener retenidos a los dueños hasta cometer un atentado y evitar que denunciasen el robo.
El 2 de septiembre, un artefacto de escasa potencia explotó a la altura de Fuenmayor, en La Rioja, en la AP-68. En esa fecha, un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA llamó a la DYA de San Sebastián para alertar de la colocación de cinco artefactos en otras tantas carreteras de la red nacional, coincidiendo con la operación de regreso de vacaciones.
El 9 de septiembre, ETA informó en una llamada al diario Gara de la colocación de un artefacto explosivo en la sede de la delegación de Defensa de Logroño previsto para estallar a las 23.30 horas. Se trataba de un coche bomba que finalmente no explotó por un fallo del cordón detonante y que estaba cargado con 61 kilos de explosivo. El vehículo había sido robado el 3 de septiembre en Francia.
En la madrugada del 26 de septiembre, la banda terrorista hizo explotar un artefacto de escasa potencia frente a la comisaría de la Ertzaintza de la localidad guipuzcoana de Zarautz, que no provocó daños personales aunque sí importantes desperfectos.
Días después, el 9 de octubre, ETA colocó una bomba lapa en el automóvil que conducía Gabriel Ginés Colás, de 36 años y natural de Zaragoza. El escolta, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado, protegía al concejal del PSE de Galdácano Juan Carlos Domingo, quien se encontraba de viaje. El coche de Ginés estalló alrededor de las 13:30 horas en el barrio de La Peña (Bilbao).
La onda expansiva causó heridas leves a otras tres personas que fueron atendidas en el lugar del atentado por los servicios sanitarios y que presentaban lesiones localizadas en los oídos. La explosión, que calcinó el coche del escolta, alcanzó también a otros vehículos y contenedores cercanos.
El último atentado tuvo lugar el 11 de noviembre, cuando la Ertzaintza desactivó dos bombas de cinco y tres kilos de cloratita colocadas por ETA en el exterior del edificio de los juzgados de Gexto (Vizcaya). Los terroristas avisaron previamente de la colocación de la primera, pero no así de la segunda, ubicada en una papelera cercana a los juzgados. Un día después, un artificiero de la policía autónoma vasca sufrió la amputación de cuatro dedos de la mano izquierda cuando manipulaba dicho artefacto.
La Ertzaintza identificó a Jurdan Martitegi Lizaso y Arkaitz Goikoetxea Basabe como los presuntos autores de este intento de atentado. Ambos habrían participado también en la acción terrorista del pasado agosto contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango.
Otras acciones
Aparte de estas acciones terroristas, el 2 de junio de este año las Fuerzas de Seguridad hallaron en Ayamonte (Huelva) un vehículo cargado con 100 kilos de explosivos. El 2 de julio, tres etarras fueron detenidos en la localidad francesa de Saint Jean Pied-de-Port con una furgoneta cargada con 140 kilos de explosivo.
El día 10 de ese mes, fue detenido en Santander un etarra que iba a recibir un coche con explosivos y el 19 de julio, el etarra Ander Múgica Andonegi abandonó en un taxi en Torreblanca (Castellón) dos temporizadores, sustancia explosiva y cordón dentontante al ver un control policial.
El alto el fuego permanente declarado por ETA el 22 de marzo de 2006, y que entró en vigor 48 horas después, supuso la cuarta tregua 'total', según el anuncio que hizo la banda, en la historia de los terroristas y la segunda más prolongada en el tiempo. La anterior tregua tuvo vigencia desde el 18 de septiembre de 1998 al 3 de diciembre de 1999 y ésta se prolongó desde el 24 de marzo de 2006 al 6 de junio de 2007, fecha la banda puso como fin del alto el fuego permanente.
ETA, que nació en 1959, ha decretado a lo largo de su historia cuatro treguas totales y otras tantas parciales. La banda armada, que no llegó a asesinar hasta 1968, tiene ya a sus espaldas 819 víctimas mortales.
sábado, diciembre 01, 2007
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