jueves, octubre 25, 2007

Rajoy contesta a Al Gore: 'Hay quien no ha firmado Kioto y ahora da conferencias'

- Mantiene que incluso en el sector científico 'hay muchas discrepancias'
- Se define como 'un defensor del medio ambiente' en 'sus justos términos'
- 'No se puede dar una visión apocalíptica como si fuera el fin del mundo'

El líder del PP, Mariano Rajoy, se definió como "un defensor del medio ambiente" pero apostó por mantener una postura "moderada, equilibrada y sensata". Además, contestó a Al Gore, ex vicepresidente de EEUU y Premio Nobel de la Paz por sus trabajos sobre el cambio climático, al afirmar que "hay otros que no han firmado Kioto y dan conferencias".

El líder de la oposición protagonizó a principios de la semana una sonada polémica al restar importancia al cambio climático alegando que no puede convertirse en el "gran problema mundial". Y lo dijo durante unas conferencias en Palma de Mallorca en las que también participaba Al Gore, a lo que el Premio Nobel contestó: "Veo bastantes escépticos en España".

Ahora, en declaraciones a la cadena COPE, Rajoy mantiene que él no es un científico y que, incluso en el sector científico, "hay muchas discrepancias", sobre todo en relación con las "consecuencias" que puede producir el calentamiento global de la tierra. "Hay que dejar trabajar a los científicos", dijo.

Rajoy recalcó que el Gobierno del ex presidente José María Aznar firmó el Protocolo de Kioto mientras que "hay otros que no han firmado Kioto y dan conferencias", en referencia a Al Gore. A su juicio, "no se puede dar una visión apocalíptica" y "catastrofista" como si se fuera a producir "el fin del mundo". "Confío mucho en el ser humano. Se han superado muchas cosas a lo largo de la historia y tengo la firme convicción de que estos asuntos también se van a resolver en el futuro", proclamó.

Rajoy explicó que sus declaraciones del pasado martes en Palma de Mallorca se produjeron en el coloquio posterior a la Conferencia que impartió en el marco del X Congreso Nacional de la Empresa Familiar. Y recordó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que intervino al día siguiente, no aceptó preguntas "por parte de nadie".

A continuación, se definió como "un defensor del medio ambiente" y, como prueba de ello, recordó que el Gobierno del PP, del que formó parte, creó un Ministerio de Medio Ambiente y firmó el Protocolo de Kioto. Además, señaló que su partido constituyó la pasada primavera una comisión que está trabajando en las ofertas que incluirá en su programa electoral sobre el cambio climático.

Censuró que "algunos" aludan al "fin del mundo" cuando hablan del cambio climático y apostó por mantener una "postura moderada, equilibrada y sensata", colocando este tema en "sus justos términos". Además indicó que "los dogmas y las cosas indiscutibles" al final acaban siendo "bastante discutibles".

Asimismo, achacó la polémica que han creado sus declaraciones al momento electoral. Según subrayó, algunos hacen "todo lo que está en su mano para exagerar las cosas y lanzarlo contra un determinado partido". Finalmente, Rajoy aseguró que hay que "ir tomando medidas" e insistió en que llevará un paquete de propuestas sobre el cambio climático en su programa electoral.

"Claro que hay que preservar el medio ambiente, claro que hay que preocuparse por el calentamiento, claro que hay que preocuparse por nuevas formas de energía menos contaminantes y por que se emita menos CO2, pero lo que no se puede es transmitir al conjunto de la sociedad una visión apocalíptica. Eso no es justo y no es verdad", concluyó.

domingo, octubre 21, 2007

EL REY, INSTRUMENTO DE ACOSO A LA OPOSICIÓN

Hay pocas dudas acerca de la identidad de las "cinco fuentes" de las que habla el cronista de El País en su información sobre la conversación que mantuvieron el Rey y Esperanza Aguirre el pasado jueves 11 de octubre.

En la misma mesa que el monarca y la presidenta de Madrid, estaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el director de la Academia de la Lengua y colaborador de El País, Víctor García de La Concha y el embajador de Argentina, Carlos Bettini.

También estaban la Reina Doña Sofía, el escritor y Premio Cervantes Francisco Ayala y su esposa.

Es la segunda vez en dos semanas que el Rey es utilizado en filtraciones para atacar a la Oposición política y social al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

En 30 años de Democracia, nadie hasta ahora había traspasado la línea de la discreción sobre las opiniones del Rey para involucrarle en el acoso a quienes critican al Gobierno.

En vísperas de la Fiesta Nacional del pasado 12 de octubre, y tras ser recibido por el Rey, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, aireó la supuesta "indignación" de Don Juan Carlos con la COPE y con la Conferencia Episcopal por las críticas del programa La Mañana a la actitud pasiva del Rey ante la ofensiva independentista y republicana de los socios de Rodríguez Zapatero.

Esta ofensiva ha alcanzado hitos desconocidos hasta ahora, con la quema de retratos del Rey y las amenazas de muerte a políticos de partidos constitucionalistas.

No sólo ha sido un problema más o menos grave de orden público.

En el plano político, en estos últimos cuatro años se ha negociado con ETA sobre la "resolución pacífica del conflicto" [tal y como Zapatero definió el diálogo con el terrorismo en su primer anuncio del "proceso de paz", el 16 de julio de 2004, en uno de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense]; se ha formalizado la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en el País Vasco para el 25 de octubre de 2008, ERC ha anunciado el de Cataluña para 2014 y, anécdota no menor, el grupo de La Entesa, del que forman parte el PSOE catalán, IU y ERC, ha llegado a proponer en el Senado que el Rey deje de ser el jefe supremo de las Fuerzas Armadas y el cargo sea desempeñado por el presidente del Gobierno.

El PSOE se desmarcó oficialmente de la iniciativa, pero en algunos municipios de Andalucía, los socialistas han empezado a votar mociones a favor de la III República.

La respuesta del Gobierno a la ofensiva contra el régimen constitucional ha sido, por un lado, quitarle hierro y, por otro, lanzar la teoría de una "pinza" de independentistas y republicanos, con opositores al Gobierno estigmatizados como "extrema derecha".

La ministra de Administraciones Públicas llegó a culpar al PP de las amenaza de muerte que uno de sus cargos públicos, Alberto Fernández Díaz, recibió durante la celebración de la Diada de Cataluña. "El PP debe aprender convivencia", dijo Elena Salgado.

El presidente cántabro ha demostrado ser una pieza particularmente servicial en la campaña de escarnecimiento contra todo elemento opositor al Gobierno.

En el Desfile de la Hispanidad, ridiculizó el vídeo en el que Rajoy animaba a los españoles a celebrar "con orgullo" la Fiesta Nacional. Según contó el propio presidente cántabro a la cadena SER, ante la hilaridad de sus tertulianos, durante el descenso de un paracaidista del ejército con la bandera de España, le dijo en tono cómplice a Zapatero, que estaba a su lado: "Mira, mira, ahí viene Rajoy".Revilla gobierna en Cantabria gracias al apoyo del PSOE.

En este contexto de acoso a cualquier foco Oposición, ya sea el PP o un medio de comunicación crítico, el Gobierno y sus apoyos mediáticos y políticos no han dudado en involucrar al Rey. No hay precedentes, en la etapa constitucional, de una utilización de las opiniones del Monarca al servicio de los fines partidarios del Gobierno.

Entre los comensales de los que ha salido la filtración a El País de una conversación privada de El Rey, hay un notorio reincidente en maniobras de intoxicación.

Se trata del mismísimo presidente del Gobierno, quien, como ha quedado acreditado recientemente, llamó la misma noche del 11 de marzo de 2004 a directores de medios de comunicación para propagar la versión de los terroristas suicidas en los trenes de cercanías que explotaron ese día, un dato que se demostró falso y que la cadena SER pregonó con eficacia para preparar el clima de agitación que desembocó en el cerco de miles de personas a las sedes del PP durante la jornada de Reflexión.