Por si la baja calidad y prestigio de las universidades públicas españolas no es ya suficientemente grave, ahora hay que añadirle el adoctrinamiento ideológico radical. En vez de preocuparse de hacer una universidad más competitiva y útil para las personas, ahora lo que prima es este tipo de actitudes... En fin, la izquierda volviendo a sus orígenes.
Goras' a ETA y 'viscas' a Terra Lliure. Siglas del PP en la diana. Fotos de presos. No estamos en en el País Vasco. Esto es Madrid. Es la Universidad Complutense.
La extrema izquierda ha encontrado cobijo universitario en el corazón de España. Goras a ETA y viscas a Terra LLiure decoran los pasillo de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Un reportaje de Alba del Grupo Intereconomía recorre la facultad, nido de la izquierda antisistema, denunciando la cartelería que en ella se encuentra, más propia del casco viejo de Bilbao que de un centro en el que se educa a demócratas.
“No lo esperaba”, dijo Evo Morales al encontrarse con “una juventud tan revolucionaria”. Hasta el líder bolivariano quedó sorprendido ante la calurosa acogida que tanto profesores y alumnos le brindaron el pasado 14 de septiembre. Pero el presidente de Bolivia no ha sido el único izquierdista radical que ha pisado la considerada como la más prestigiosa universidad de España. Entre sus ilustres invitados, se encuentran los candidatos de Iniciativa Internacionalista, una formación calificada de proetarra según el Tribunal Supremo, que visitó la facultad el pasado mayo con motivo de la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo.
Trato bien distinto, o más bien, radicalmente dispar, reciben invitados como Josep Piqué o Rosa Díez. Son políticos votados democráticamente, pero que en la Facultad de Ciencias Políticas son considerados personas non gratas. El ex presidente del Partido Popular en Cataluña fue a dar en diciembre de 2008 una conferencia y se encontró con vituperios de la altura de “perro”, “fascista”, “asesino” o “hijo de puta”. A la líder de Unión Progreso y Democracia, que también visitó la facultad el año pasado, las amenazas, los insultos y los intentos de agresión a punto estuvieron de provocarle una bajada de tensión.
¿Diversidad?
Francisco Aldecoa, decano de Ciencias Políticas, quita hierro al asunto. En declaraciones a Alba, recalca la "muy diversa índole" de los actos que se celebran en la facultad que él preside, recalcando que, como suele suceder en estos casos, son sólo unos pocos los que arman bronca, ya que el número de estudiantes radicales ronda únicamente el 10%. Además, hace hincapié en que "tanto el PP como el UPyD han celebrado las conferencias que nos han propuesto. En concreto, la conferencia de la señora Díez se celebró pese a las dificultades, así como la del señor Piqué. En ambos casos, fueron los servicios de seguridad de la universidad los encargados de garantizar la celebración de la misma, y con la presencia del equipo decanal, que acompañó a los invitados desde su llegada al centro hasta su salida".
Evo Morales, en cambio, contó con unos escoltas de excepción. Al grito de "¡Abran paso al presidente!", los militantes de la ultraizquierdista asociación estudiantil Contrapoder acompañaron al líder cocalero. Esta controvertida organización saltó a la fama el 21 de febrero de 2007 cuando sus miembros colgaron en la cafetería de la facultad un cartel que exigía la inminente puesta en libertad del etarra Iñaki de Juana Chaos. Al profesor Pablo Iglesias Turrión, que ejerció de maestro de ceremonias en el acto de Morales, le consta que ha habido una campaña en favor de De Juana. En su artículo "Democracia, ¿dónde?; terrorista, ¿quién?: el gesto de Antígona", este joven docente calificaba de "lección de Ciencia Política" el boicot contra Rosa Díez: "Al intervenir contra un acto como aquel, los estudiantes fueron capaces de representar, con una intensidad inigualable, el No de Antígona en el que se fundamenta la ética política, como acto radical de libertad que desafía las leyes y se opone a la tiranía, sean cuales sean sus consecuencias".
El propio Iglesias, entonces profesor visitante en Cambridge, no dudaba en calificar a la Facultad de Ciencias Políticas como una de las mejores de Europa, ello debido "en gran medida" a los estudiantes de izquierda "cuyo gesto desobediente ante el acto de Rosa Díez da mucho más de sí que los popular events en Facebook, las student societies o los soporíferos clubes de debate en las universidades de élite británicas".
En este mismo artículo fechado el 25 de febrero de 2008, Iglesias hacía un guiño al profesor Juan Carlos Monedero. "Mi querido Juan Carlos", decía de uno de los impulsores, según fuentes consultadas, de la web
www.noalaguerra.org, una plataforma digital desde la que los días posteriores al 11-M se llamó "asesinos" a los diputados del PP, promoviendo así un efectivo acoso a sus militantes. Si Monedero está detrás o no de este portal, es un extremo que no ha podido confirmar Alba, ya que el propio Monedero ha optado por no responder a esta pregunta.
Lo que sí es público y notorio es que este profesor se ha distinguido por ser un defensor acérrimo de Hugo Chávez. De hecho, ha llegado a formar parte de su Gobierno: hasta esta primavera figuraba como asesor del régimen bolivariano. Afinidad, y no sólo política, no le faltaba. Uno de sus alumnos, que prefiere mantenerse en el anonimato, comenta a Alba que hace dos cursos manifestó en clase su oposición al totalitarismo izquierdista recibiendo por respuesta la siguiente amenaza: "No vas a aprobar mi asignatura, tienes graves problemas ideológicos".
Pero ni todo el profesorado ni todos los estudiantes profesan tan extremista ideología. Ahí está el caso de María, nombre ficticio, que explica cómo sufrió intimidaciones por parte de alguno de sus compañeros. Durante un tiempo era habitual encontrarse con papelillos en su coche llenos de insultos y amenazas. Estos alumnos no se sienten protegidos por las autoridades académicas. Así lo cree Ignacio de Saavedra, coordinador de Juventudes de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), que lleva meses denunciando las conductas radicales de algunos alumnos y, sobre todo, el silencio cómplice del decanato. En diciembre de 2008, Saavedra criticó que "se estaban dando movimientos proetarras que difundían conductas agresivas e inconstitucionales". Así, acusó al rector Carlos Berzosa y al decano Francisco Aldecoa, de "taparse los ojos ante la actitud de este grupo de jóvenes proetarras que tiene tomada la universidad" y "de no sólo emprender medidas para eliminar esas conductas, sino fomentarlas con su continuo sectarismo".
Aldecoa, en cambio, minimiza ese movimiento y afirma que "los servicios correspondientes tienen órdenes taxativas de eliminar, a la mayor brevedad, cualquier pintada de carácter amenazante". Pintadas con el símbolo de ETA y las siglas del PP en una diana lo desmienten.