La izquierda española se sigue retratando. Es comprensible que defiendan lo suyo, aunque sean los genocidios sitemáticos de Stalin, pero en el siglo XXI ya no valen esas tretas y que se disfracen de demócratas. Otro episodio a sumar a los amiguismos con dictaduras latinoamericanas.
Los 7 millones de ucranianos que murieron por la hambruna que provocó Stalin no merecen ser estudiados en los colegios españoles, según se desprende de la negativa del PSOE. Decisión contraria a las resoluciones de la UNESCO, y que EEUU, Canadá, Australia o Argentina sí reconocen como genocidio
Este miércoles, la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados rechazaba la proposición no de ley de CIU que instaba al Gobierno a que que "impulse la incorporación a los textos escolares, dentro del sistema educativo autonómico, la información sobre la hambruna en Ucrania de los años 1.930 a 1932" según informa El País.Jordi Xuclá, el diputado de CiU que defendió la propuesta, aseguraba que había presentado la iniciativa porque "nos mueve la reparación de los tres grandes crímenes del siglo XX: el Holocausto, las hambrunas provocadas por Stalin y las matanzas en Ruanda. Sobre las tres hemos presentado iniciativas, y seguiremos haciéndolo" indicaba.
La hambruna a la que se refiere la moción, ocurrió en Ucrania de 1930 a 1932. Stalin ordenó la colectivización forzosa de una gran dimensión de tierras, y vendió las cosechas a países extranjeros, mientras los campesinos morían de hambre.
El Congreso cifró en más de 7 millones de muertos esta tragedia, aunque algunos cálculos más conservadores lo sitúan en 3,5 millones. Por este motivo, la Unesco redactó una resolución que llamaba a los países miembros a "promover la memoria de la Gran Hambruna, incorporando en los programas educativos y de investigación las informaciones sobre esta tragedia". Países como EEUU, Canadá, Australia, Argentina y Polonia lo han considerado como genocidio, equiparándolo con el Holocausto, el genociodio de Rwanda y el al régimen de terror de los jemeres rojos en Camboya.
Pero no será así en España, gracias al PSOE. El asunto requirió dos votaciones, ya que en la primera se produjo el empate. La moción fue apoyada por CiU, PP y PNV, y rechazada por PSOE, ERC, IU e ICV y la abstención del BNG, que en la segunda vuelta deshizo el empate votando en contra, con los grupos de izquierda.
¿Qué alega el PSOE para justificarlo?. Pues que el Parlamento no debe decidir qué contenidos integran el currículo escolar, sino que es la comunidad educativa la que debe acordar los contenidos, según dijo el representante socialista, Emilio Álvarez a El País. Jordi Xuclá respondía que debía seguirse la resolución de la Unesco, que instaba a incorporarlo a los planes educativos.
La réplica socialista sostuvo que su grupo y su partido aprueban todas las resoluciones de Naciones Unidas de condena de los crímenes del estalinismo... pero, también se escudaron en las diferente interpretaciones que se dan sobre los hechos y que dividen drásticamente a rusos y ucranios aún en la actualidad.
Los primeros niegan que se tratara de una limpieza étnica; es decir, rechazan que fuera un genocidio, porque la hambruna también dejó un reguero de muerte por otras repúblicas soviéticas. Esta versión centra el objetivo de la represión de Stalin en los "terratenientes". Pero lo historiadores ucranios niegan esta versión, y defienden que la colectivización forzosa no fue sólo contra los dueños de la tierra, sino contra el pueblo.