¡Qué domingo, damas y caballeros! Fue ver la primera plana de ‘Público’ y empezar a dar botes de alegría. Mal deben de estar las cosas para algunos si abren su edición dominical con un pastiche sobre el supuesto Tea Party a la española y media docena de páginas interiores. ¡Prueba superada! Algunos están nerviosos, y no somos nosotros... Jaume Roures sacaba su tetera, en la que vertía diferentes ‘blends’, desde Antoñito Jiménez a Enrique de Diego pasando por Federico Jiménez Losantos, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal-Quadras y José María Aznar. Todo bajo la etiqueta de “PP” y la frasecita del ‘agit prop’ de rigor: “El 90% de los electores de extrema derecha vota al PP”. ¿La fuente? El CIS, ese ‘sudoku’ sociológico donde teje y desteje María Teresa Fernández de la Vega. El caso es que, viniendo de Roures y compañía –nunca mejor dicho, a éstos lo que les interesa es la caja registradora– tampoco era para extrañar. “El Tea Party ya está en España”, repetían como cacatúas. Más de lo de siempre: el dóberman, los fascistas, los ultras... Blablabla.
¿Café o té?
El presunto ‘estacazo’ iba dirigido de forma especial contra el Grupo Intereconomía y la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, que les trae por el camino de la amargura. “El Tea Party español ya está en el PP, para desesperación de los moderados. Y Aguirre hace mucho que lo riega”, podía leerse. Y eso que no se aclaraban con lo de té o lo del café, porque, según ellos, también somos el ‘carajillo party’. De coñac, a ser posible, y quemado. Con cáscara de limón y unos granitos de café, por favor. La denominación, según parece, es de la señora que quiso ser bailarina y acabó de jerarca socialista –mucho más rentable, dónde va a parar–, Elena Valenciano.
Ariza, político de raza
Tanta página para llegar a conclusiones como que “Intereconomía, propiedad de un político de raza como Julio Ariza –ex lugarteniente de Vidal-Quadras–, siempre ha sido fiel al PP”. O que “algunos de los periodistas referentes de la casa proceden también de Catalunya”, como Javier Algarra o Xavier Horcajo. ¿Eso es un estigma? ¡Ah, claro, que es que el titular de ese apoyo era “Intereconomía reagrupó al PP catalán anti-Pujol”! Pero no se engañen. En el fondo había mucho de rabieta, y ya se sabe que los enfados nunca son buenos. Apostamos por esa tesis, porque la otra sería la del cinismo. ¿Cómo podría, si no, quejarse del reparto de la TDT en Madrid el periódico de un accionista de La Sexta, a la que el Gobierno de Zetapé le concedió porque sí la licencia de emisión analógica junto a Cuatro? ¿Cómo podría acusar el diario de Mediapro, cuya editora chupa y chupa de las externalizaciones de RTVE y de la publicidad de los predios socialistas? Nos queda, pese a todo, la duda al señalar, qué risa, que nuestros “dos padrinos” fueron “las Administraciones bajo control del PP, que le reportaban licencias y publicidad, y, gracias a su proximidad al Opus Dei y su amistad con Antonio María Rouco Varela, la Conferencia Episcopal”. Fijo que sí...
Pifias incluidas
Más cositas. Podía leerse en el dossier ‘público’, al hilo de una embestida contra De Diego, que “héroes’ de la casa como Miguel Bernard, de Manos Limpias, y Jesús Neira, que apoyaron a Anglada en su reciente puesta de largo en Madrid”... cuando en realidad Neira no acudió por asuntos personales. O esta otra sobre Ariza, que “dejó Barcelona y adquirió en 1997 la frecuencia modulada de Radio Interecontinental, propiedad de Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco y su ministro más filonazi”. Pequeño detalle: la emisora adquirida en 1997 fue Radio Intereconomía. La Inter se adquirió en 2009. Para entonces hacía seis años que Serrano Suñer había fallecido.
Veo no se libra
También había para los apóstoles de la democracia, los que reparten etiquetas de “extrema derecha” y tal. Lo curioso es que a éstos los ‘progretas’ también los consideran ‘ultras’. ¡Fíjate, oye! Lean, lean: “Las cadenas vinculadas a los sectores conservadores tradicionales, como Vocento o Planeta, parecen ahora progresistas ante la irrupción de Veo 7 (de Unidad Editorial, que edita ‘El Mundo’), Intereconomía, Libertad Digital y Popular TV, entre otras”. O que esa cadena que tan poco se ve y la de esta Casa mantenemos “una dura competencia política –por orientar al PP– y empresarial: sus respectivas televisiones en TDT tienen un ‘target’ muy parecido”. El ‘target’ será parecido, pero la audiencia...
Suma y sigue
También en ‘El País’ estaba el tema recurrente. Se ve que lo del Tea Party está de moda entre algunos. Aparecía Jesús Ruiz Mantilla para llamar a Aguirre “madrina del lado oscuro” y “cruzada de la cavernaria TDT que ha montado ella en las ondas madrileñas”. ¿Y Cuatro, antes de vendérsela a Berlusconi, qué era? Éstos de Prisa... muy dignos en las ideas, pero con el ‘todo vale’ a la hora de la pasta. Lo mismo les da vender libros de Santillana en el Chile de Pinochet que pillar los euros del italiano que los dólares de un fondo de capital riesgo estadounidense. ¡Eso es ubicuidad!
Por el mismo camino iba Irene Lozano en el mismo periódico: “Allí, como aquí, una histérica ‘blogosfera’ y ciertas cadenas de televisión están desempeñando un papel fundamental a la hora de legitimar a la extrema derecha”. Iría, quizá, por el “aznarista” Ernesto Sáenz de Buruaga, como le recordaban el otro día en el singular ‘El Plural’ (por cierto, chavales, las fianzas no son una condena), en cuyo programa de la COPE colabora. “En España, los medios han tomado la delantera a los partidos, así que los imitadores del estilo Fox News van a tener que esperar a su mesías algún tiempo más”, escribía la señora. No debe de leer ‘Público’ a lo que se ve.
Quizá toda esta histeria tenga que ver con un titular de ‘El País’, “Barones del PSOE temen la ola en contra”, y su contenido: “El fantasma de la derrota de 1995”. Por aquí, encantados con tanta atención. Y más que té, algunos necesitan tila. En cantidades industriales.
lunes, octubre 18, 2010
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