viernes, octubre 05, 2007

Cultura dará once millones al año a los filmes en gallego, vasco y catalán

IU, ERC y CiU retiran sus enmiendas a la totalidad al proyecto de Ley de Cine tras arrancar al PSOE un nuevo fondo de ayudas. El PP critica que se discrimine a las Comunidades sin idioma propio

Después de decenas de reuniones secretas y semipúblicas; tras varios borradores generales y otros articulados y de muchas páginas de periódicos, ayer llegó el Proyecto de Ley de Cine al pleno del Congreso de los Diputados. La discusión tuvo lugar inmediatamente después de las votaciones del día, que llenaron los escaños de la Cámara, pero ni siquiera esa coincidencia hizo que se quedaran en sus escaños más que un reducido número de señorías, casi los de siempre, es decir, los que se suelen hacer oír en la Comisión de Cultura. Apenas hubo sorpresa, pues minutos antes IU y ERC habían anunciado que retiraban sus enmiendas a la totalidad tras llegar a un acuerdo con el grupo socialista que, según ellos, evitaba el choque de competencias entre el nuevo Estatut de Cataluña y la norma (ya que el texto catalán fija como competencia exclusiva de la Generalitat el fomento de la producción cinematográfica en su región). Sin embargo, fue el representante de CiU, Jordi Vilajoana, quien ofreció los detalles del acuerdo al pleno. No se produce una división territorial de las ayudas que el Estado aporta al cine, pero «habrá un segundo fondo con dinero de las Comunidades Autónomas y del Gobierno para películas en lenguas distintas del castellano». Es decir, que además del Fondo de Protección a la Cinematografía, ya existente, y que según los presupuestos del próximo año ascenderán a 85 millones de euros; el Gobierno aportará una cantidad similar a la que los ejecutivos autonómicos destinen a subvencionar las producciones en lenguas cooficiales, con un tope fijado en 11 millones de euros como anunció con posterioridad al pleno Molina. Beatriz Rodríguez Salmones, del PP, calificó de lamentable este acuerdo: «Las competencias, como las penas, con pan son menos. Pues que ustedes las disfruten con salud». Rodríguez Salmones consideró «poco defendible» que una cinta rodada en Cataluña, Galicia o País Vasco reciba más ayudas que en el resto de España y anunció que habrá más de cincuenta enmiendas, a pesar de que el proyecto de ley contiene menos de cuarenta artículos. La popular también tuvo palabras para Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, que presidía la sesión como vicepresidenta del Congreso: «Ayer mismo ella entró al juego y dijo que esta ley lleva su nombre. Lo peor, es que resulta verdad, porque el nuevo ministro no ha aportado nada. La norma debería llamarse Calvo-De la Vega, la una como ministra y la otra como socorrista».
«Tirar del carro»
Joan Tardá, de ERC, ratificó la posición de CiU y recordó que su posición también salva el conflicto competencial con Andalucia y beneficia a otras dos regiones además de la suya: «Los catalanes seguimos tirando del carro, para que luego digan que somos raritos y sólo miramos por lo nuestro». El debate, por tanto, se quedó en la cuestión competencial, no hubo dialéctica, sin embargo, sobre los problemas que aceptan al sector. Nadie quiso entrar al fondo de la exposición que realizó Molina. Sólo el PP recordó que, además de «corto», el texto es «antiguo»: «El articulado ignora que es una ley del audiovisual. En un mundo en transformación, esta norma podría fecharse en 1997» y no en 2007. Molina, por su parte, no despejó si finalmente se contemplarán ayudas o no al sector de la exhibición, los más descontentos con la norma. El minsitro quiso destacar que en el último «Estudio de hábitos culturales» los españoles valoraban su cine con un 6,3 sobre 10, muy cerca del de EE UU, al que calificaban con un 6,9.

miércoles, octubre 03, 2007

Una diputada del PP exhibe en el Congreso las banderas de España y Galicia

El PP volvió a plantear hoy en el Pleno del Congreso, por cuarta semana consecutiva, la polémica de las banderas en los edificios públicos y, esta vez, una de las diputadas del Grupo Popular, la gallega Ana Belén Vázquez, llegó a exhibir desde su escaño la bandera gallega y la de España, quejándose de que en Galicia hay sitios donde no ondea la enseña nacional.
«No se rompe España, lo que se rompe es el PP», le replicó el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, restando trascendencia a este debate.
En la sesión de control del Congreso, Ana Belén Vázquez inició su turno «izando» en su escaño la bandera de su comunidad y la española: «Antes, esta bandera (la gallega) se izaba con ésta (la de España) y ahora desaparece la española», afirmó, culpando de ello a la coalición de socialistas y nacionalistas que gobierna Galicia.
Según dijo, cuando ocurrió el desastre del «Prestige», ciudadanos de todos los puntos del país lucharon juntos contra el chapapote y no hubo «guerra de banderas», y ahora, según relató, el Parlamento gallego se pronuncia en contra del cumplimiento de la ley de que regula los símbolos.
«¿Dónde está ahora ese presidente del Gobierno que no se avergüence de la bandera y la defienda con orgullo?», se preguntó, para responder a continuación que Zapatero no puede hacer cumplir la ley por sus «ataduras» a los nacionalistas. «Es un Gobierno preso de las exigencias nacionalistas», proclamó.
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, contestó que la regulación del uso de las banderas está en la Constitución, los Estatutos y la ley que lo regula de modo específico, y recordó que todas ellas, la nacional y las autonómicas, representan al Estado.
A su juicio, este debate surge ahora porque el PP «no tiene otra cosa que llevarse a la boca». «Se han empeñado en un debate que es el único que les queda, porque la economía no está en recesión y el chantaje de ETA y Navarra no funcionó —apostilló—. España no se rompe, se rompen ustedes».
Previamente, Fernández Bermejo se enfrentó a otra pregunta similar formulada por el secretario general del Grupo Popular, Jorge Fernández Díaz, quien pidió saber por qué unas leyes se aplican y otras se supeditan «al contexto y la oportunidad».
En su respuesta, el ministro indicó que el Gobierno busca el cumplimiento del ordenamiento jurídico en su conjunto, de acuerdo con principios fundamentales como la jerarquía y la división de competencias. «Cumplir la ley es buena cosa —indicó—. Por su orden, con su jerarquía y sin alterar el ánimo».
Eso sí, invitó al PP a hacer lo propio con aquello con lo que discrepa, como la Educación para la Ciudadanía que recoge la LOE o la renovación del Consejo General del Poder Judicial que debía haberse resuelto en noviembre del año pasado.

martes, octubre 02, 2007

Una consejera de la Xunta utiliza un camión de bomberos para llenar su piscina

La socialista María José Caride es consejera de Política Territorial del Gobierno gallego. Este mes de agosto utilizó un camión de bomberos para llenar la piscina del chalet donde veraneó en la localidad coruñesa de Camariñas. El PP pedirá explicaciones en el Parlamento gallego por unos hechos que ha reconocido el alcalde de Camariñas, también socialista, en el último pleno municipal.

Durante años el PSOE gallego centró su oposición a los Gobiernos de Fraga en el "caciquismo" que, en su opinión, articulaba la política de los populares. Ahora son los socialistas quienes comparten el poder con los nacionalistas.

En Libertad Digital ya informamos como había diseñado la Dirección General del Deporte de la Xunta –que ostenta el BNG– el recorrido de las etapas gallegas de la Vuelta a España, que, casualmente, finalizaba una etapa en Allariz, pueblo del líder nacionalista Anxo Quintana y comenzaba en Vigo, ciudad en la que el director de deportes de la Xunta fue el candidato a alcalde del BNG.

Pero lo de la socialista María José Caride es más chusco si cabe. Esta consejera de la Xunta no dudó en utilizar un camión de bomberos –después de lo sucedido en Galicia un año antes con la ola de incendios– para llenar la piscina del chalet en el que pasó sus vacaciones de verano. Así lo ha reconocido en el pleno municipal el alcalde de Camariñas, lugar donde veranea la consejera, que también es del PSOE.

Según informa el PP de Galicia, la consejera del Gobierno gallego "continúa dando muestras de su concepción patrimonialista de los recursos públicos y así lo demuestra lo sucedido en la localidad costera de Camariñas, el pasado mes de agosto, donde rellenó la piscina del chalet en el que veraneó sirviéndose del camión-cisterna de Protección Civil de ese ayuntamiento coruñés".

El PP anuncia que "la portavoz adjunta del Grupo Popular de Galicia, Pilar Rojo, registró hoy una iniciativa en la que reclama que la consejera explique en el Parlamento de Galicia si considera correcto utilizar un camión de bomberos para poder hacer uso de una piscina privada". Y detalla que "ese camión aljibe de titularidad municipal efectuó hasta seis desplazamientos hasta el chalet en el que veraneó la consejera para trasportar alrededor de 10.000 litros de agua a la piscina de la vivienda".

Por último, el Partido Popular de Galicia señala que "este tipo de irregularidades deben ser erradicadas de la vida pública y reclama una explicación inmediata de María José Caride en sede parlamentaria".

lunes, octubre 01, 2007

Entrevista a Alberto Núñez-Feijoo en "La Razón"

- ¿Está cuestionada la unidad de España?
-Estamos entrando en la senda de cargarnos la transición. En democracia gobiernan las mayorías desde el respeto a las minorías. Ahora ocurre lo contrario: gobiernan las minorías desde la absoluta falta de respeto a las mayorías.
-¿Entonces?
-Conviene hablar con mucha tranquilidad, pero con firmeza. Un gobierno no puede admitir que se incumpla la ley en su territorio. Y ningún ejecutivo de España ser cómplice de esa situación y justificar lo injustificable.
-Dice que Zapatero es cómplice...
-Los nacionalistas sacan todo su bagaje ideológico con un presidente de un Gobierno débil y con ciertos complejos sobre España, que quiere reinventar la transición. La política de Zapatero regresa a planteamientos del siglo XIX, con una vuelta al nacionalismo y a que los derechos son de los territorios y no de las personas.
-¿Está dando alas a los nacionalismos?
-Consiente en que las minorías gobiernen en España y en que las mayorías tengan que asumir lo que piensan esas minorías.
-ERC defiende que el presidente asuma la Jefatura del Estado en lugar del Rey.
-Los debates sobre la figura del Rey, el Estado, la Nación española, los símbolos... tienen un común denominador: hay partidos nacionalistas radicales que no admiten la Constitución y se declaran soberanistas e independentistas. Los que sí la asumimos, mantenemos un doble papel. Unos, decimos que nos obliga a todos y otros, gobiernan con el apoyo de los que no la quieren. Esto tiene fácil solución.
-¿Cuál?
-Que PP y PSOE digan lo mismo: que en España hay que cumplir la Constitución.
-¿Hay que aplazar su reforma para eliminar la discriminación de sexos en la sucesión al Trono para no echar más leña a la polémica?
-Quien quiera su reforma que diga los contenidos, los tiempos y objetivos. Uno que se elige para ser garante de la ley no puede ser consentidor de su incumplimiento.
-En el PSOE y en el PP hay dirigentes de corazón republicano. ¿España está lo suficientemente madura para abrir este debate?
-No procede. Un presidente autonómico anunció el viernes la fecha de un referéndum de independencia y hace unas semanas un vicepresidente de otra comunidad, otro para dentro de unos años. Los demócratas tienen que estar unidos para decirles a las minorías que no pueden imponer sus criterios. Es hora de cerrar filas en torno a la Monarquía parlamentaria.
-Por cierto, ¿le preocupa que Rajoy pueda depender del PNV y de CiU para gobernar?
-Intentaremos ganar las elecciones.
-¿Pero si no tienen mayoría absoluta?
-Los pactos tienen que tener límites. Y el límite de uno del PP es la Constitución. Esto funcionó de 1996 a 2000. Desde luego, a nosotros no nos planteaban referéndums con fecha cierta ni porcentajes fijos de inversiones para toda la vida. Discutíamos con ellos, pero no tocaban los pilares fundamentales del Estado. No tocaban la arquitectura institucional de España.
-Si Rajoy depende del PNV para gobernar, ¿exigirá a Ibarretxe que retire su convocatoria de consulta antes de aceptar su apoyo?
-Con un presidente del Gobierno del PP, el PNV no iba a plantear un referéndum.
-¿Pero el PP exigirá su retirada como condición previa a un pacto con el PNV?
-Esa pregunta hay que hacérsela a Rajoy. Nuestra preocupación es lograr los votos suficientes. Si no tenemos mayoría absoluta, tendremos que hablar de apoyos puntuales. Pero lo cierto es que nunca se planteó un referéndum con fecha cierta hasta que Zapatero fue presidente.
-¿Alguien del PP ha pedido explicaciones al PNV de lo que está ocurriendo?
-Este tipo de contactos son innecesarios. Se hacen todos los días en los pasillos del Congreso. El PNV sabe que está aprovechando una situación de gran debilidad del Gobierno y de la estructura del Estado que Zapatero tiene en la cabeza. Pero en marzo hablarán los españoles.
-¿Habrá que aplicar el artículo 155 de la Constitución para evitar que Ibarretxe convoque su consulta?
-No quiero anticipar ninguna medida excepcional. El PNV e Ibarretxe rectificarán cuando vean que los españoles quieren mayoritariamente que gobierne un partido que cree en la Constitución y en el Estado de las Autonomías. Ahora entendemos por qué Imaz se tiene que ir.
-¿Para combatir la consulta, sería necesario más que nunca la unidad de PP y PSOE?
-Habremos perdido cuatro años, si Zapatero no reflexiona sobre que tiene que dejar la estructura del Estado, al menos, igual de cohesionada de como se la encontró.
-¿Por qué no cambian la ley para limitar la representación nacionalista al Senado?
-Conlleva tocar la Constitución. Y, para eso, el PSOE tiene que tener en cuenta su papel en el Estado. Cuando pierda las elecciones, probablemente se planteará un cambio de liderazgo y seguro uno de política territorial.
-El Gobierno prefiere convencer en lugar de hacer cumplir la ley para que la bandera española ondee en las instituciones públicas.
-No se da cuenta de que si uno no tiene límites en la convivencia con los nacionalistas, al final, uno pierde el timón del barco. En el Parlamento gallego presentamos una iniciativa para que se cumpliera la ley de símbolos aprobada en 1984 por unanimidad. Me sorprendió que Touriño votase en contra. Es una especie de esquizofrenia política, en la que aprobamos una ley y después votamos que no se aplique.
-¿Cómo ve al Gobierno y a Zapatero?
-Tengo una gran confianza en la sociedad. Los votantes del PSOE no confían en su líder. Están muy decepcionados. Por eso muchos no han votado en las municipales. Y muchos votarán al PP o se quedarán en casa en las generales. Para un socialista de verdad es muy difícil votar a favor de la desigualdad...
-¿Al final, las promesas de Zapatero pesarán en el elector y le darán de nuevo la victoria?
-Cuantas más promesas haga sobre medidas sociales que no ha realizado en cuatro años, más se retrata y desacredita. Sólo cuando uno está nervioso, se precipita haciendo propuestas no creíbles. De celebrarse ahora las elecciones, sabe que el PP las ganaría y necesita movilizar a un votante teóricamente fiel al PSOE en 2004.
-Dice que el PP ganaría ahora las generales. ¿Alguna encuesta interna lo avala?
-Tenemos una potente, realizada para que nos diga la realidad. Trabajaremos hasta la jornada de reflexión para devolver la confianza a la gente. Seguro que nos hemos equivocado, pero en nuestro balance hubo más claros que sombras. España se merece un gobierno más sólido y, sobre todo, uno que esté orgulloso del país que va a gobernar. Juntos somos mucho más fuertes que separados por barrios.
-¿Rajoy se ha lanzado a recuperar esa confianza? ¿Por eso admitió la semana pasada los errores cometidos en la guerra de Irak?
-El PP no fue capaz de explicar que no participamos en ninguna acción bélica en Irak ni la foto con Bush y Blair. La sociedad no la entendió. Si Alemania y Francia hubiesen dado el sí a esa actuación, hoy no hablaríamos de esto. Hay que explicar bien a la gente estas cuestiones, sin caer en la demagogia del Gobierno. El PP sigue apoyando la decisión de ser solidarios con la paz internacional con el envío de soldados españoles a un territorio inmerso en plena guerra civil, como Afganistán.
-Dice que Aznar se equivocó...
-Nos equivocamos todos al no saber explicar qué queríamos decir, hacer y cuál era nuestro nivel de participación en esa decisión. En política los errores de comunicación se pagan y, sobre todo, si movilizan a la sociedad civil. Y si, además, cuentas con una oposición que no tiene criterio de Estado sino electoralista...
-¿Sin Irak y el 11-M, el PP gobernaría?
-Correcto. Incluso con Irak, gobernaríamos.
-En el 11-M hubo errores de comunicación.
-Sí.
-¿Aznar se equivocó con el sucesor? ¿Con Rato la victoria estaría más asegurada?
-Quien se equivocó o acertó fue la junta directiva nacional. Al final, hay que ver cómo nos ha ido. Salimos con un shock interno evidente. Pensamos ganar y perdimos. Es la primera vez que en un país de la Europa occidental a 24 horas de una jornada de reflexión hay un atentado con más de 1.000 heridos y 200 muertos. Tres años después, sin embargo, nadie discute que el PP puede ganar las elecciones y tampoco que ganó en mayo las municipales. Por tanto, Rajoy fue una elección inteligente para todo el partido.
-¿A unos meses de las generales, es poco inteligente abrir un debate sobre la figura de Gallardón y la sucesión de Rajoy?
-Los debates en los partidos son necesarios. Lo que es muy poco inteligente es cómo se ha planteado. Es un grave error que esas opiniones formen parte de foros públicos sin previamente haberlas comentado internamente. En verano sube la temperatura y hay mucha gente que tiene menos que hacer. Pero esa canción ha pasado. Estamos en el otoño y muy centrados en la elaboración del programa electoral.
-¿Rajoy necesita un sucesor?
-Me sorprende que el PSOE lo comente. ¿Quién podría suceder a Zapatero? ¿Blanco? No parece. ¿Quién puede suceder a Rajoy? Rajoy. Si quisiera someter a libre votación su candidatura en un congreso, arrasaría. Estamos en el manual de 1995, cuando se criticaba el liderazgo de Aznar.
-¿Hay políticos que no saben retirarse a tiempo, como Fraga...?
-Fraga lo supo hacer con Aznar y, desde luego, conmigo. No puedo hacer ni un comentario sobre una intromisión suya. Al contrario. Hasta me consulta cuando participa en un acto. Ha sido ejemplar en la sucesión de Aznar y de Núñez Feijoo. Se ha sabido retirar de una forma clara. Eso no significa que no pueda ostentar un cargo de representación. Para Fraga, la política es su vida. Lo demás es exagerar o poner el foco en una manifestación más o menos acertada.
-Por cierto, si Rajoy pierde, ¿qué pasará?
-Analizaremos el resultado electoral y adoptaremos la decisión más oportuna. Pero nuestra preocupación no es qué haremos si perdemos, sino si ganamos. Ahora no es fácil asumir el gobierno de España. Nos preocupa saber gobernar el país. Lo otro es una cuestión de asesoría.
-¿Si gobiernan, les preocupará mandar al Ejército al País Vasco para evitar la consulta?
-Una vez que vea en La Moncloa a una persona con una idea de Estado, no seguirá con esa propuesta ilegal. Como presidente de España, Rajoy no aceptará que haya una autoridad local que celebre un referéndum. La pregunta es, ¿por qué este tipo de cuestiones se da ahora?
-¿Y?
-Quizás Ibarretxe ha visto que con Zapatero hay menos estabilidad institucional.

«El Bloque moverá ficha tras las elecciones»
-¿Qué opina del frente nacionalista? ¿Es el turno del BNG?
-Hay sensibilidades muy distintas en el nacionalismo gallego. Es un bloque de partidos en el que convive alguno marxista en el siglo XXI. El Bloque tiene sus tensiones internas sobre si quiere ser un nacionalismo democrático y constitucional o uno soberanista. En función del resultado de las elecciones, moverá ficha. Si opta por un nacionalismo democrático y constitucional, será la mejor opción para Galicia. Y si lo hace por uno soberanista y fuera de la Carta Magna, supondrá su desaparición como un partido que hable en serio. En las municipales ha retrocedido. Sociológicamente, Galicia es una comunidad claramente constitucional y que apuesta por el Estado de las Autonomías. Los sectores duros del Bloque están viendo que es su momento. No sólo por lo que ocurre con Galeusca, sino porque tienen un presidente socialista dispuesto a ocupar la Presidencia de la Xunta sin ningún límite.
-¿Es discriminatorio la inversión del Estado que recibirá Galicia en 2008?
-Es curioso para un gallego que se diga que Cataluña tiene muchos problemas de infraestructuras. Ya me gustaría tener esos problemas. En Cataluña no funciona correctamente el tren de cercanías. A mí me encantaría que en Galicia pasara igual, porque no hay tren de cercanías. Firmaría para que el AVE llegara a alguna ciudad gallega no en 2007, sino en 2012.

Un gallego sin complejos
No puede ocultar su cuna. La cantinela que imprime a su oratoria le delata. Y es que desde que regresó en 2003 a su tierra natal su acento gallego se ha multiplicado por diez. Incluso hay quien le da matrícula de honor en eso del uso del idioma. A la hora de responder, como no podía ser de otra manera, ejerce de gallego cuando le conviene. Moderado en el verbo, en algunas cuestiones no se sabe si sube o baja la escalera. Aunque, eso sí, si se trata de hacer autocrítica, se coloca a la cabeza de la manifestación. Sin ningún tipo de complejo y prácticamente sin que nadie se lo pida, desgrana los errores que llevaron a su partido a la oposición en 2004. Tampoco oculta las equivocaciones cometidas por algunos de sus compañeros este verano con la apertura del debate sobre la sucesión de Rajoy. Ahora bien, a don Manuel que no se lo toque nadie, al menos, en público. Le reconoce una sucesión ejemplar con Aznar y con él mismo. «Lo demás es exagerar o poner el foco en una manifestación más o menos acertada», dice en alusión a la polémica abierta por el propio ex presidente gallego sobre el relevo de su amigo «Mariano».