Una publicación interna del Ministerio de Trabajo, que consultan más de 40.000 funcionarios, se ‘olvida’ de Manos Unidas y Cáritas Española. Usuarios de ‘Activa’ denuncian un “sectarismo ideológico” del Ejecutivo.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere hacer llegar sus tentáculos laicistas hasta los empleados públicos, que en España superan los 2.600.000. Para ello, ha utilizado al Ministerio de Trabajo e Inmigración y una revista digital, de acceso restringido, que elabora el departamento de Celestino Corbacho, dirigida a más de 40.000 funcionarios.
En el último número de la publicación y coincidiendo con el terremoto de Haití, que se ha cobrado oficialmente más de 111.000 muertos, ha impulsado como gesto, en apariencia solidario, la edición de una lista de ONG, junto con su número de cuenta bancaria, para hacer llegar ayuda al devastado país.
Sin embargo, en un extenso listado, en el que aparece alguna ONG evangélica minoritaria, no hay ni rastro de dos destacadas organizaciones de reconocido perfil católico, Manos Unidas y Cáritas.
Aporte millonario
La primera, que fundamenta sus acciones en los preceptos “del Evangelio y la Doctrina social de la Iglesia”, ha recabado en los tres últimos días un millón de euros con destino a las víctimas de la catástrofe, mientras que la segunda, Cáritas Española, “instituida como organismo de la Iglesia para cumplir el ministerio de la caridad”, ha reunido desde que ocurrió la tragedia más de cinco millones de euros. Aquí se incluye la recaudación del total de las ventas de LA GACETA en su edición del 19 de enero.
La publicación de Trabajo que responde al nombre de Activa fue presentada por el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, el 4 de noviembre de 2005 como una iniciativa, según sus creadores, para contribuir al “objetivo de mayor transparencia informativa”. Con un diseño moderno y una interfaz intuitiva que facilita la navegación, la página nació con el pretexto de sustituir a las antiguas publicaciones en papel de la Tesorería General de la Seguridad Social y a una revista digital del Instituto Nacional de dicho organismo. A través de Activa, los trabajadores reciben noticias y expresan sus opiniones sobre temas de actualidad relacionados con la protección social. Según datos de la propia Secretaría de Estado de Seguridad Social, este sitio recibe vía intranet más de 600.000 visitas al mes. El listado de las ONG se muestra dentro de una noticia titulada “¿Quiere ayudar a Haití?”, donde el texto de la misma dice: “Activa pone a disposición de sus lectores información sobre datos de contacto y cuentas bancarias que han abierto las principales organizaciones humanitarias para aportar ayuda económica tras el terremoto en el país caribeño de Haití”.
Funcionarios que entran con asiduidad en esta página han mostrado su malestar a LA GACETA por la ausencia de dos ONG de reconocida trayectoria como son Manos Unidas y Cáritas Española, frente a la inclusión de otras organizaciones minoritarias. “El sectarismo ideológico de Zapatero se vislumbra hasta en cuestiones de atención humanitaria, donde ha de primar la máxima colaboración de todos los agentes implicados”, señala un funcionario y usuario de Activa que prefiere mantener el anonimato.
Según fuentes de ONG con presencia en Haití, en estas situaciones los departamentos de comunicación de este tipo de organizaciones no disponen de recursos suficientes para rastrear cada una de las publicaciones que deberían dar cuenta de las mismas. Estos gabinetes de prensa sólo están al tanto de los grandes medios de comunicación, a los que reclaman rectificaciones cuando se les ignora, pero más allá de estas publicaciones no hay un control exhaustivo, y menos aún de publicaciones de acceso restringido, como es el caso de Activa.
Tanto Manos Unidas como Cáritas Española trabajan en tareas de reconstrucción y ayuda a los damnificados por catástrofes, al igual que algunas ONG que aparecen en la lista de Trabajo y que en esta ocasión reciben todas las facilidades del Gobierno, en detrimento de las dos organizaciones católicas. Una carrera de fondo que parte ya desde el principio con serios obstáculos por parte de la Administración central, más concretamente, por parte del Ministerio de Trabajo.
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