Un grupo de activistas medioambientales y escépticos del cambio climático ha colgado de los barcos de Greenpeace presentes en la cumbre de Copenhague sendas pancartas que los califican de "guerrero de propaganda" y "barco de mentiras".
Greenpeace ha redoblado sus esfuerzos por presionar a los gobiernos mundiales con motivo de la cumbre de Copenhague. En respuesta, el Comité por un Mañana Constructivo (Committe for a Constructive Tomorrow o CFACT), una ONG dedicada a la búsqueda de soluciones de libre mercado a los problemas medioambientales, ha decidido contraatacar empleando las tácticas de la multinacional ecologista.En la mañana del miércoles, según su relato, los activistas de CFACT despistaron a la tripulación del Artic Sunrise ofreciéndoles donuts, lo que les permitió subir al barco amarrado en el puerto para desplegar una pancarta que rezaba "Barco de Mentiras" (Ship of Lies) justo a la derecha del logotipo de Greenpeace. "Greenpeace ha estado empleado este tipo de tácticas durante décadas, así que ahora experimentarán como sabe su propia medicina", aseguró el director ejecutivo de CFACT, Craig Rucker.
Más tarde, triangulando a partir de las imágenes que emite por internet el propio barco, localizaron en el mar al Rainbow Warrior (guerrero del arco iris) y colgaron un cartel que lo rebautizaba como Propaganda Warrior.
Greenpeace es "una de las corporaciones menos éticas y más irresponsables de la Tierra", ha declarado Christina Wilson, que participó en la operación. "Es hora de exponerla como lo que es, y ayudar a promover una justicia medioambiental de verdad". "Quienes viven en países de desarrollo simplemente quieren mejorar su calidad de vida y dar a sus hijos la oportunidad de seguir vivos una vez cumplidos los cinco años", aseguró el presidente de CFACT, David Rothbard. "Greenpeace está diametralmente opuesta a darles acceso a las tecnologías modernas que les ayudarían a lograrlo."
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