El PSOE en el año 93 subió el IVA del 12% al 15% y el resultado fue que 500.000 españoles fueron al paro y la economía decreció un 2,5%. El déficit público alcanzó la entonces cifra récord del 7,4%.
Para colmo la recaudación por IVA disminuyó. Ni mejoraron las cuentas públicas, ni el empleo ni la economía, sumida en ese momento en otra crisis que comparativamente no era tan grave como la de ahora.
Desde el 1 de julio de 2010 el PSOE nos vuelve a subir el IVA del 16% al 18% en productos y servicios, y del 7% al 8% en alimentación, transportes y vivienda. Ahora que ZP va a subir el IVA, tenemos cerca de 4,5 millones de parados. El déficit público supera el 11% del PIB.
Y la economía española a diferencia de los países de nuestro entorno, sigue estancada. La subida del IVA en estas circunstancias, cuando las familias españolas se ven obligadas a restringir el consumo y a ahorrar por la incertidumbre, equivale a dar la puntilla a muchos autónomos y pequeñas y medianas empresas que hacen esfuerzos sobrehumanos para resistir, mantener su actividad y mantener su plantilla.
Cuando el consumo está bajo mínimos, la subida de impuestos no puede repercutir en los precios. Y recortar un 2% el margen comercial de los pequeños y medianos empresarios, en las circunstancias actuales, significa abocarles al cierre de sus empresas y al despido masivo.
La única solución es que ZP se apriete el cinturón, suprima ministerios inútiles y gastos superfluos.
ZP no puede pedir más sacrificios a los españoles.
ZP debe empezar por ejemplarizar con su propio gobierno.
Para colmo la recaudación por IVA disminuyó. Ni mejoraron las cuentas públicas, ni el empleo ni la economía, sumida en ese momento en otra crisis que comparativamente no era tan grave como la de ahora.
Desde el 1 de julio de 2010 el PSOE nos vuelve a subir el IVA del 16% al 18% en productos y servicios, y del 7% al 8% en alimentación, transportes y vivienda. Ahora que ZP va a subir el IVA, tenemos cerca de 4,5 millones de parados. El déficit público supera el 11% del PIB.
Y la economía española a diferencia de los países de nuestro entorno, sigue estancada. La subida del IVA en estas circunstancias, cuando las familias españolas se ven obligadas a restringir el consumo y a ahorrar por la incertidumbre, equivale a dar la puntilla a muchos autónomos y pequeñas y medianas empresas que hacen esfuerzos sobrehumanos para resistir, mantener su actividad y mantener su plantilla.
Cuando el consumo está bajo mínimos, la subida de impuestos no puede repercutir en los precios. Y recortar un 2% el margen comercial de los pequeños y medianos empresarios, en las circunstancias actuales, significa abocarles al cierre de sus empresas y al despido masivo.
La única solución es que ZP se apriete el cinturón, suprima ministerios inútiles y gastos superfluos.
ZP no puede pedir más sacrificios a los españoles.
ZP debe empezar por ejemplarizar con su propio gobierno.
Movilízate y firma contra la subida del IVA
La respuesta sí debe ser masiva
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