El que ha sido el guardés del cortijo andaluz durante las últimas décadas se carga de dignidad moral para criticar al principal partido de la oposición. Quien ha hecho y deshecho a su antojo, colocado a dedo, pagado peres y subvenciones a mansalva en aras del voto cautivo pretende dar lecciones de honradez.
Ha estado en la picota, colocó a sus hermanos en la Junta, sin que reunieran la cualificación. Subvencionó, cuanto menos sospechosamente a la empresa de su hija, de forma millonaria (en euros, que no en pesetas). Y ahora arremete contra el PP por supuestos casos de corrupción que todavía no se han probado.
Los socialistas saben que lo de los cien años de honradez no se lo cree nadie. Chaves fue parte de un Gobierno, el de González, que tuvo que salir de mala manera por los casos de corrupción, juzgados y penados. Y ahora pretende ser quien adoctrine en virtudes cívicas.
Lo de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.
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