martes, febrero 26, 2008

Rajoy vence a Zapatero sin traicionar a los votantes del PP

La actuación de Mariano Rajoy fue como una selección de sus mejores discursos. No escondió ni uno solo de los principios por los que le votó en 2004 –cuando no quiso debatir– la mitad de los españoles. Zapatero tuvo que defenderse, y eso le condujo a cometer errores y a mentir descaradamente. Se aludió a Aznar, al Prestige, al 11-M, a ETA y hasta a Marx. Pero Rajoy supo poner el debate a ras de suelo incluso en la Economía. Los sondeos difundidos por las televisiones merecen estudio aparte.

Rajoy comenzó el debate explicando que en los últimos tiempos han subido los precios, las hipotecas y vuelve el desempleo lo que obliga a la gente a "apretarse el cinturón". "¿En qué materias estamos bien? Vivienda, educación, inmigración...", ser preguntó Rajoy. También señaló que la inseguridad ciudadana ha crecido mientras el presidente se ha dedicado a discutir de la nación, entretenerse con la Alianza de Civilizaciones y la Memoria Histórica, centrándose en dos cosas "que le han salido mal" la estructura de España y los tratos con ETA. "Ha querido modificar por su cuenta el Estado y hablar con los terroristas, para lo que no tenía apoyo porque no figuraba en su programa electoral". Acusó a Zapatero que para "salirse con la suya ha roto todos los consensos de la transición, ha mentido a los españoles y ha dividido a la opinión pública". "Ningún gobernante ha creado tanta tensión y ha sembrado tanta cizaña mientras hablaba de talante y convivencia. No me critique a mí, es usted quien ha estado gobernando. Voy a aportar soluciones, que pasarán por un cambio de gobierno. Voy a proponerles un camino".

Zapatero inició su turno colgándose la medalla de que por fin haya podido haber debates. Ha pedido el respaldo para el PSOE porque, según dice, su "proyecto está en pleno desarrollo". Ha presumido, como era de esperar, de las políticas sociales como la ley de dependencia y de la igualdad, la subida de las pensiones. Y resume: "hemos trabajo con firmaza, con humildad".

Pero tardó poco en arremeter contra el PP. "Ustedes no aceptaron el resultado electoral". Según Zapatero, el PP se ha pasado estos cuatro años "insultando, crispando, enfrentado los ciudadanos..." Le acusó de mentir, de utilizar el "dolor de las víctimas del terrorismo y de utilizar el terrorismo con fines electorales. Según el líder socialista, los ciudadanos tienen que elegir entre "diálogo y confrontación".

ECONOMÍA. Otro punto para el aspirante

Tras el bloque que se podría calificar de presentación, los dos candidatos entraron de lleno en la Economía. Rajoy se movió con sencillez convirtiendo los datos en realidad cotidiana. Zapatero, por el contrario, se amparó, en la medida de sus posibilidades, en las grandes cifras macroeconómicas. Se lo reprochó Rajoy que aprendió del debate Pizarro-Solbes, tan alejado del ciudadano. Otro punto para el aspirante.

Antes de la llegada del PSOE al Gobierno sólo el "15 por ciento de los españoles" creían que la situación económica estaba mal, "hoy esa cifra" se triplica. "¿Y que ha pasado?", se preguntó Rajoy. Pues que los precios de los productos básicos se han disparado, el paro ha aumentado y, por el contrario, los salarios y las pensiones han crecido muy por debajo. Hemos vivido de la "herencia" del PP. "Los españoles viven hoy con más dificultades. El Gobierno ha tomado ninguna medida, ha permenecido impasible, se ha limitado a ver lo bien que iba todo. Usted no ha dado cuerda al reloj y el reloj se ha parado". Esta fue una frase que ya había pronunciado antes el líder popular en el Congreso. Debió funcionarle entonces. Que un reloj se pare es algo que le ha pasado a cualquiera.

"Pregunte a los españoles por sus salarios, por los precios, a aquellos que han perdido el puesto de trabajo y aquellos que van a pedir un crédito y no se lo dan". "Quienes son de carne y hueso son todas las personas que han perdido su empleo, los que van a comprar y los pensionistas. En el año 96 demostramos que se podían hacer bien las cosas". El presidente había querido humanizar la crisis. De hecho, la personificación en "carne y hueso" fue suya, pero la pieza se la cobró de nuevo Rajoy.

Zapatero, encantado de sí mismo y hoy notoriamente circunflejo por efectos del maquillaje, dijo que ha habido cuatro años de crecimiento "magnífico", creación de empleo "magnífico", y que el balance da "tranquilidad para el proceso de desaceleración que es mundial".

Aseguró que la UE dice que España será la que más crezca en 2008 y el crecimiento es "distribuir riqueza". Habló también de haber logrado un récord de creación de empleo, la mitad para las mujeres y afirmó por tres veces que "la cifra del paro es la más baja de la democracia." También presumió de tener superávit todos los años, dehaber reducido impuestos (Solbes cree en ellos) y aumentado la productividad. "Ustedes no se han preocupado de la economía en cuatro años. Todo el mundo sabe que se ha dedicado a hacer oposición con ETA". Mala mezcla. O Economía o Terrorismo.

Acusó a Rajoy de congelar los sueldos cuando era ministro y de que el gobierno de Aznar hizo perder poder adquisitivo a las rentas más bajas. Se centró en los gobiernos de Aznar para recordar el "decretazo para restringir derechos que provocó una huelga general". No obstante acabó admitiendo que vivimos un periodo de "recesión económica mundial" aunque insistió en que "seguiremos creciendo con buena salud en las cuentas públicas y políticas sociales". Dándose cuenta de que había hablado sin querer de recesión, rectificó y volvió a la "desaceleración". Recesión mundial. Gran novedad en el análisis. Tan nuevo para el PSOE como falso. Rajoy no quiso entrar a ese balón quizá porque alguna vez se lanzó equivocadamente desde su propio partido. Dejó pasar y la tontería económica, como diría Rodríguez Braun, ingresó en el contador del socialista.

Zapatero metió entonces su propuesta de devolver 400 euros y puso de ejemplo a Bush, que ha "tomado una medida parecida, con la diferencia de que la oposicón allí le ha apoyado". "Ustedes no han apoyado en nada al Gobierno".

En su réplica, Rajoy pidió a Zapateo que no "se esconda" porque "cuando llegamos al poder la inflación era del 4 por ciento y ahora la tenemos de nuevo en el 4,3 por ciento". Tras recordar que "cuando nos fuimos, el señor Solbes dejó un paro del 22 por ciento", le pidió que "no hablar de cifras macroeconómicas", mejor "pregúntele a los españoles que no pueden llegar a fin de mes por la subida de precios, a los que han perdido su puesto de trabajo, y a la gente que va a pedir una hipoteca y no se la conceden".

POLÍTICAS SOCIALES. Z no quería hablar de inmigración

Comenzó Rajoy el segundo bloque de debate intentando centrarlo en los fracasos del Gobierno en materia de inmigración, considerando que lo principal es "orden y control". "No sólo no está controlando, sino que complicó las cosas provocando un efecto llamada que se oyó en todo el mundo". Asimismo reprochó al presidente que lo único que haga sea echar por tierra todas las propuestas del PP calificándolas de "ridículas" y de "xenófogas".

Zapatero no quiso hablar de inmigración. Dio datos sobre becas de educación, de la ley de paridad y de los logros de su gobierno sobre permisos de maternidad y paternidad. También sacó a colación la discutida ley de dependencia. "Ustedes no hicieron nada para apoyar a las personas, nosotros hemos subido las pensiones y el salario mínimo, hemos apoyado ayudas al alquiler..."

¿Inmigración? "Veo que no tiene interés en hablar de inmigración", contestó Rajoy. Acusó también a Zapatero de decir mentiras sobre la gestión de becas de los gobiernos del PP y de educación. "Había mas becarios cuando yo era ministro", señaló Rajoy. Insistió el líder de la oposición en que el 34 por ciento de los reclusos de este país son extranjeros y defendió el contrato para la integración de inmigrantes propuesta por su partido porque "hay que poner orden y control".

En su réplica, Zapatero volvió a eludir hablar de inmigración y se centró en las leyes sobre investigación con células madre, la ley del divorcio, los homosexuales, etc. Acusó a Rajoy de no haber "apoyado los avances". "Desde hace 30 años no han movido un dedo para que los españoles tengan más derechos. Su hubieran gobernado durante 30 años España sería un país menos libre y más intransigente".

Rajoy volvió a hacer notar a Zapatero que no quiera hablar de inmigración. Le reprochó que derogara la ley de Educación del PP sin que llegara a estar en vigor para aprobar una ley igual a la anterior. "Y después cesó a la ministra", dijo recordando como Zapatero quitó a la ministra de Educación la día siguiente de aprobarse la LOCE. Rajoy puso de manifiesto que su modelo de educación se basa en el trabajo, el método, la autoridad del profesor, la exigencia "y menos Educación para la Ciudadanía, más ingés y más tecnologías". En cuanto a las promesas sobre pensiones, acusó al presidente de mentir a las viudas al no haber cumplido su programa y, en cuanto a la ley de Dependencia, le recordó que no tiene dotación económica.

Finalmente Zapatero habló de inmigración para defender el proceso de regularización. "Cuando usted fue ministro del Interior en España había un millón de sin papeles porque no controlaron las fronteras", dijo y acusó a Rajoy de haber hecho "cinco regularizaciones". Defendió que la regularización de Caldera se había pactado con los empresarios y los sindicatos y dijo que Rajoy había regularizado inmigrantes "con un bono bus". "Nosotros luchamos contra la inmigración ilegal, llegamos a acuerdos con los países de origen, ayudamos al desarrollo". El presidente dijo que hay inmigrantes como voluntarios de ONG, donantes de órganos y en las misiones de paz y recordó a los dos ecuatorianos muertos en los atentados de la T-4.

TERRORISMO. Mentiras de portada y suicidas

En materia de terrorismo, Rajoy le recordó todas las veces que ha mentido a lo largo del llamado "proceso de paz". Dijo que había verificado el alto el fuego de ETA, que había constatado "su voluntad inequívoca de dejar las armas", que no iba a negociar políticamente con los terroristas. Cuando "ustedes llegaron al Gobierno ETA estaba más débil, llevaba un año sin matar, Batasuna estaba fuera de las instituciones y el terrorismo callejero se había liquidado".

Sin embargo, ha permitido "que ETA vuelva a los ayuntamientos, ha dividido a la sociedad, ha enfrentado a las víctimas del terrorismo". Esto es muestra de "imprudencia y de irreflexión de lo que no está dispuesto a arrepentirse", según dice Zapatero porque todo lo que ha hecho ha sido desde la buena fe. Por lo que Rajoy se ha preguntado "¿es que alguna vez actúa de mala fe? La buena fe se le presupone a un política". La "negociación política con ETA no tiene precedentes. Es el fracaso más grande y ha dañado la dignidad del estado".

Zapatero recurrió para defenderse al 11-M con un argumento imposible. Empezó diciendo que cuando él estaba en la oposición "dio un cheque en blanco" al Gobierno de Aznar en materia antiterrorista. "Propuse un pacto", el pacto Antiterrorista, "nunca critiqué al Gobierno porque para mí [hacer lo contrario] es inmoral, forma parte del espíritu de la Transición, del espíritu constitucional". Y llegó el peor análisis sobre el 11-M: "afirma usted que ETA estaba acabada, pero ustedes le atribuyeron el mayor atentado terrorista [11-M] en plena jornada de reflexión". Rajoy ahorró esfuerzos y disgustos y resolvió la jugada simplemente con una carta de mayor valor: "y usted dijo a mucha gente que había terroristas suicidas en los trenes".

El líder popular zanjó el asunto del apoyo al Gobierno en matyeria de lucha antiterrorista: "usted no apoyó a un gobierno, usted apoyó una política que había apoyado usted, y si hubiera hecho lo mismo yo no sólo no le habría apoyado sino que le habría aplaudido". Pero, "¿a qué Zapatero hay que apoyar: al que hace un año decía que el PCTV y ANV eran legales y ahora dice que no; al que llamaba a Otegi hombre de paz, o al que luego le metió en la cárcel por puro oportunismo electoral?". Más mentiras: Zapatero dijo que no iba a hablar con ETA y luego sí que habló, dijo que las conversaciones con los terroristas se habían acabado tras el atentado de la T4 y luego nos enteramos de que no fue así, ha resumido Rajoy. "Usted ha mentido, ha engañado a los españoles, primero a mi y luego a todos a los españoles. Ha jugado con la ley y ha aceptado el chantaje de De Juana Chaos".

Y Zapatero, de vuelta al 11-M por enésima vez: "aquí quienes mintieron fueron ustedes con el 11-M". Después la jugada de siempre: "yo apoyé al señor Aznar cuando habló de ETA como el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, y le apoyé cuando decidió ilegalizar a Batasuna. Apoyar al gobierno entre demócratas, es lo que me sale de dentro". No quiso entrar Rajoy en los "accidentes" por atentados. Pero el tiempo de Campo Vidal quizá no daba para florituras.

Sobre seguridad, Rajoy puso de relieve el aumento de la criminalidad, de las bandas organizadas y un dato: cuando era ministro había solamente 52 mujeres víctimas de la violencia de género. Zapatero ha defendido justo lo contrario, es decir, que las cifras de criminalidad han disminuido bajo su mandato. Eso sí, esta vez no hubo gráfica coloreada, no sea que se la pidan después.

POLÍTICA EXTERIOR. Otra foto igual de famosa

Poco han discutido sobre política exterior. Y en este asunto Zapatero ha vuelto a recurrir al Ejecutivo de Aznar: guerra de Irak y foto de las Azores. El presidente del Gobierno ha resumido lo que a su juicio fue la política exterior del PP: al sur, Perejil, malas relaciones con Francia, en América Latina reclutaban soldados, foto de las Azores, etc. Rajoy le ha preguntado, entonces extrañado, "¿usted quiere que le voten por lo de la otra vez: 11-M, Bush, Aznar...?¡Cambie un poco!" Y ha resumido: "Yo, Merkel y Sarkozy; usted, Chavez y Castro".

RETOS DEL FUTURO

Para Rajoy uno de los grandes retos del futuro es que los españoles puedan disponer de una vivienda. "Usted creó un ministerio de la Vivienda y cambió a la ministra Trujillo sin que haya llevado a cabo ninguna propuesta". Y le ha recordado sus propuestas "disparatadas": zapatillas de deporte para que los jóvenes buscaran piso, soluciones habitacionales. La política de Vivienda "ha sido un fiasco colosal".

Zapatero dijo que el precio de la vivienda ha "decrecido". Las dos tardes no le dieron para distinguir entre precio y construcción. En el gráfico, eso sí, ganaba el color rojo una vez más. Para Zapatero, la prioridad es "la educación y la investigación". Dice que con él se ha "reforzado la lectura, las matemáticas, el inglés" y han aumentado las becas. No tuvo que esforzarse demasiado Rajoy para recordar el vergonzoso informe PISA según el cual, los estudiantes de España no progresan adecuadamente, ni mucho menos.

Pero Rajoy le recordó otro reto. Este cumplido. La política en materia de vivienda llevada a cabo por la Comunidad de Madrid. "Sólo el Ayuntamiento de Madrid alquila más viviendas que el propio Ministerio de Vivienda".

Sobre el cambio climático, del que Zapatero ha hecho su bandera, el líder de la oposición dijo que su partido fue el primero en crear un Ministerio de Medio Ambiente y firmó el protocolo de Kioto. "España es el país que más incumple sus compromisos contra el cambio climático". No era noche de muchos compromisos nucleares ni de desmentidos científicos así que Rajoy, hábil, se fijó en desastres naturales mal gestionados por el PSOE.

Ante los incendios de Galicia, el de Huelva o el de Guadalajara "fue insensible con la gente. Usted fue a Guadalajara con una cámara de televisión y un helicóptero". Y claro, llegó el Prestige, ya sin chapapote, no como el New Flame. Poca sangre corrió en este asunto antaño tan rentable

LOS ARTISTAS DE PAZ. Serrat científico; Pedro Duque, por el canon

Tenían que salir los artistas que se han unido en plataforma para pedir el voto al PSOE. Pero desfilaron muy desordenados y no dieron puntos al presidente. El candidato socialista aseguró que el cabeza de lista del PP no puede ser presidente del Gobierno porque atacó a los artistas e incurrió en el "desprecio" de decir que estaban "untados por el canon digital", acusación que devolvió su oponente subrayando que el presidente del Gobierno "ha agredido" a las víctimas del terrorismo, mucho más palpable y grave. Además, le recordó Rajoy que si dijo eso fue porque previamente los artistas habían llamado "turba de imbéciles" a los diez millones de votantes que representa el PP. Aquí fue donde Zapatero se lió con los firmantes, "creadores de fama mundial". Pedro Duque no respondía precisamente al perfil de "untado por el canon" pero lo puso como ejemplo. Serrat o Sabina no parecen muy investigadores por bien que canten y compongan. Barceló salió varias veces. Salieron en fin muchos de los que se reían mientras José Luis Cuerda llamaba turba a los populares.

"Les llamó untados, a las personas de la cultura y de la investigación que habían salido apoyando mi candidatura. Señor Rajoy un país que desprecia a sus profesores, a sus creadores, es un país que vuelve la espalda al futuro y un político que incurre en ese desprecio a la gente de la cultura, la gente de la investigación, no merece presidir un país", aseveró.

Rajoy respondió que defiende a los creadores y artistas, recordó que fue ministro de Cultura y subrayó que no está "dispuesto" a aceptar que le llamen a él y a los diez millones de votantes del PP "turba de imbéciles o de estúpidos". "Eso se puede hacer –prosiguió Rajoy– yo lo que nunca haría sería agredir a las víctimas del terrorismo como ha hecho usted porque esos sí son personas indefensas y no el señor Serrat que ha citado usted. Eso es lo que no haría yo", subrayó mientras Zapatero le interrumpía recalcando que no le aceptaba esa acusación.

"No he agredido a ninguna víctima del terrorismo, no le acepto que diga eso", replicó Zapatero, para después subrayar que se trataba de "una acusación muy grave". "Me es igual que no me lo acepte", retomó Rajoy, ante la insistencia de Zapatero de negar la acusación, antes de asegurar que le "trae completamente sin cuidado" que no acepte la acusación. "Es la verdad", contestó Rajoy cuando Zapatero continuó recalcando que no ha agredido "a ninguna víctima del terrorismo".

En ese momento, el moderador del debate, Manuel Campo Vidal, decidió prorrogar el tiempo del candidato del PP, que retomó la palabra confirmando su acusación. "Mantengo lo que he dicho, que el señor Zapatero ha agredido a las víctimas del terrorismo. Lo mantengo, que quede claro. Lo que es evidente es que no puedo aceptarle a una persona que pida el voto para usted que insulte a los demás porque eso es inaceptable. Se llame Serrat o sea la persona más humilde del mundo", aseveró.

Rajoy reclamó "tolerancia" y "un poco de respeto a las personas que votan al Partido Popular porque quieren y porque les apetece". "Hay que tratarlos con tolerancia como yo trato también a la gente", indicó antes de reprocharle a Zapatero que no hubiera defendido a las personas que fueron insultadas por "todos aquellos que estuvieron en el acto de los artistas". ¿Por qué no les defendió?, concluyó.

Zapatero respondió recordándole que vinculó su declaración de "untados" al canon digital, intentando, a su juicio, "hacer demagogia populista" y descalificando a la gente de la cultura como Serrat, Barceló, Duque, "creadores que son universales y que dan la imagen de España en el mundo". El candidato socialista contrapuso su respeto al apoyo que le brindaron a Rajoy varios deportistas destacados con la actitud del presidente del PP, que "atacó" a los artistas.

No podía faltar Hollywood. "A la gente de la cultura, como hoy Javier Bardem que ha terminado dedicando a España su oscar, hay que defenderles y alguien que les ofende y descalifica no puede presidir este país", concluyó, antes de que los dos candidatos volvieran a negarse mutuamente las acusaciones respectivas de agredir a las víctimas del terrorismo e insultar a los artistas.


ESTATUTOS

El siguiente tema fue el modelo de Estado. Rajoy comenzó recordando a Zapatero un artículo en un periódico europeo que se preguntaba qué pasaba en España, cuántas naciones son. "Así ha conseguido usted que nos vean", dijo. Acusó al presidente de abrir un "debate absurdo, un melón que nadie quería" sin especificar "a dónde quería usted llevarnos". Dijo Rajoy que "antes de usted el modelo territorial se pactaba entre los grandes partidos y usted ha roto ese acuerdo, enfrentando comunidades autónomas, dividiendo a los españoles". Y culpó a Zapatero de "echar a la mitad de la población" de la vida política y haberlos "radicalizado" por aliarse con los nacionalistas. "España ya era plural antes de que llegara usted al gobierno".

Zapatero se salió por la tangente con el asunto del trasvase del Ebro. "Ya no lo tienen en su programa". Defendió pobremente su gestión en que "creemos en el Estado de las autonomías porque es bueno para España, la libertad frente al centralismo al que ustedes siempre van a rastras". Echó en cara al PP que no votaran los Estatutos hace 30 años –"hace 30 años el PSOE era marxista", replicó Rajoy. Y acusó al PP de haber "crispado" y "cizañado" con el Estatuto catalán y el asunto del castellano. "Ahora Dolors Nadal dice que el castellano no se persigue en Cataluña".

Rajoy dijo, sorpresivamente, que "el castellano no se persigue en Cataluña" y aseguró que hará obras en Aragón para solucionar el problema del agua. Se burló de la última propuesta del Gobierno de llevar agua en barcos a Barcelona y negó haber dicho nunca que España se rompía. "Yo no he dicho eso, y lo tendrá que demostrar usted", aseguró y enumeró las veces que Legina, Gonzalez o Guerra han hablado del peligro de que España se rompa. Recordó asimismo Rajoy que lehendakari ha convocado un referéndum para el año que viene y que "un socio suyo", por ERC, ha convocado otro en Cataluña. "Yo no he dicho que nadie tenga derecho a decidir, usted no tiene idea de nación española, en España, todos decidimos".

"Ni España se rompe, ni Navarra se ha entregado a ETA, ni Cataluña está en un proceso de secesión, sino que va a mayor unidad con la línea de alta velocidad", dijo Zapatero. Seguidamente leyó un fragmento del Estatuto de Cataluña sobre cuidados paliativos y dijo que es exactamente igual que un artículo del Estatuto de Andalucía. "Votaron en contra en Cataluña y en Andalucía, diciendo lo mismo, votaron a favor", dijo, y aprovechó para meter con calzador el caso del Severo Ochoa, al que, dijo "han querido encarcelar".

Rajoy aclaró que en el Estatuto de Andalucía se aprobaron las enmiendas que presentó el PP en el Congreso, mientras que fueron rechazadas todas las presentadas por el PP. Y ahí recordó a Zapatero el problema de fondo es el pacto del Tinell, el "pacto de la discordia" por el que el PSOE y los nacionalistas se comprometen a impedir la presencia del PP en el Estado y a no pactar nada con este partido. "Este es el origen de todo lo que ha pasado en esta legislatura, por eso no es de extrañar lo que ha pasado con el Estatuto y el diálogo con los terroristas. Tinell es la obsesión por dejar al PP fuera de España", dijo Rajoy que calificó como el colmo de la "intolerancia". "Usted con una mano predica entendimiento y con la otra priva a los demás de que nos den los buenos días y encima me echa a mi la culpa". Perfecta, la definición aunque le faltara el episodio de asalto a sedes.

Zapatero insistió una y otra vez en comparar el Estatuto catalán y el de Andalucía y evitó hablar del pacto del Tinell, que cínicamente dijo desconocer. "Han sembrado la discordia para ver si obtenían respaldo, igual que en Navarra". Aseguró el presidente y candidato del PSOE que "hemos avanzado en autogobierno y ahora hay más unidad y fortaleza". "Ahora hay más diálogo y más democracia, y el ejemplo es este debate. Cuando gobiernan ustedes no hay debates".

Rajoy volvió al pacto del Tinell , que calificó de "antidemocrático". "Estos son sus pactos, sus socios. Yo he pactado muchas cosas con su partido. No me venga con que soy anticatalán porque es inaceptable".

Y Zapatero insistió en acusar al PP de "sembrar discordia mientras el gobierno abre un diálogo fecundo con las comunidades autónomas". Señaló que todos los presidentes de comunidades autónomas entran en Moncloa, al contrario de lo que sucedió con Aznar, que se ha celebrado dos veces la conferencia de presidentes y que él se ha sometido al control del Senado. Cierto, muchas visitas ha habido en La Moncloa. Eso sí, unas más repetidas que otras, como las de Ibarretxe.

DISCURSOS FINALES

La alocución final, directamente a cámara, fue sin duda la peor intervención de Rajoy. Lanzó el mensaje de que las elecciones son la oportunidad para cambiar las cosas, "podemos mirar al mañana con optimismo y esperanza" y se mostró "dispuesto, preparado y a punto". "No pido el voto para mí porque no soy yo lo que está en juego, quien gana o pierde es España entera". Se apoyó en una niña figurada en la que intentó proyectar, sin mucho éxito lo que quiere para España. Que tenga vivienda, familia y padres con trabajo, que se pueda pasear por todo el mundo sin complejos, con idiomas y un título y con respeto y tolerancia. "Quiero que se sienta orgullosa de ser española, una nación vieja y admirable, que sea una meujer madura y responsable. Eso quiero y nada nos impide lograrlo". Quiso dar forma humana a un mensaje. ¿Por qué una niña? Había muchos votantes escuchando. De todas formas fue error más bien estético.

En su discurso final, Zapatero dijo que "desde que España recuperó la libertad está fortalecida". "Tengo confianza en una España libre y unida" y aseguró haber servido a España "con lealtad". No faltó la referencia a Irak y pidió el voto para incrementar la prosperidad de España. "He trabajado con todo mi esfuerzo y humildad, he reconocido errores", dijo y se mostró resuelto a continuar en la igualdad de derechos para que España este en la "vanguardia"."No puedo prometer a todos que tengan éxito, pero sí trabajar para que tengan las mismas oportunidades para tener éxito y amparo para el que no lo tenga".

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