La tasa de consumo de cocaína en España entre los ciudadanos de 15 a 64 años supera, por primera vez en la historia, la de Estados Unidos y cuadruplica la media europea, informó hoy la ONU.
«El mayor problema de España en asunto de drogas es el aumento de cocaína, que se ha disparado y ya supera al de Estados Unidos. Ése es el problema, no el del cannabis, que tiende a estabilizarse», aseguró a EFE el principal responsable del Informe Mundial sobre Drogas 2007, Thomas Pietschmann.
La oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD) publicó hoy un último informe anual en Ginebra, en el que manifiesta que el consumo y la producción en el mundo de todas las drogas ilegales tiende a estabilizarse.
Sin embargo, en España se observa un aumento del consumo de la cocaína, de forma que ya más de uno de cada cinco consumidores europeos se encuentra en ese país.
La tasa de consumo se ha duplicado desde 1999, cuando era del 1,6 por ciento de la población de entre 15 y 64 años, hasta 2005, año en el que alcanzó el 3 por ciento, un porcentaje que no alcanza ningún otro del centenar de países estudiados por la ONU.
Ese porcentaje es cuatro veces superior a la media europea (0,75 por ciento) y más del doble que el del consumo en Europa occidental (1,2 por ciento), según los datos del informe.
Este alerta igualmente de que las encuestas en institutos de enseñanza secundaria también reflejan incrementos, con una tasa de consumo del 7,2 por ciento en 2005, frente al 6,2 de 2002 y al 1,8 por ciento de hace una década.
Pietschmann apuntó como ejemplo curioso que un estudio ajeno a la ONUDD basado en los restos de benzoilecgonina encontrados en las aguas residuales de los ríos demostraba que entre 2005 y 2006 en Miranda de Ebro (en la provincia española de Burgos) cada día se consumía una media de 97 rayas de cocaína por cada mil habitantes de entre 15 y 64 años.
De las ciudades estudiadas sólo la superó Nueva York, con 134, mientras que en Washington la media era de 56, en San Francisco 31, en Londres y Zúrich 20, en Madrid 19 y en París 11, al tiempo que en Aranda de Duero, la otra localidad española estudiada, era de 5 rayas (100 miligramos).
«Con independencia de la credibilidad de esos datos, lo que está claro es que la cocaína es la segunda droga ilegal más consumida en España, después del cannabis, pese a los grandes esfuerzos de prevención y el activo refuerzo de la legislación», apuntó Pietschmann.
En el informe también se pone de manifiesto que en 2005 España tuvo el mayor número de incautaciones de cocaína en Europa (el 45 por ciento del total, con 48 toneladas), seguida de Portugal y Holanda.
En todo el mundo, España ocupa el tercer lugar por toneladas de cocaína incautadas, por detrás de Estados Unidos y Venezuela y por delante incluso de Ecuador y México.
En cuanto al cannabis, España también fue el país donde mayor cantidad de hachís (resina de cannabis) se incautó en 2005, con el 51 por ciento del total mundial, seguido de Pakistán y de Marruecos, cada uno con un 7 por ciento del total.
Así, el 71 por ciento del hachís detectado en Europa fue encontrado por las autoridades españolas, el 9 por ciento por las francesas, el 7 por las inglesas, el 3 por las portuguesas y el 2,5 por las italianas.
Ese protagonismo de España en las incautaciones de cocaína y cannabis «es una buena noticia, porque quiere decir que los esfuerzos del país por combatir el contrabando de drogas están aumentando y dando sus frutos», explicó a EFE el experto de la ONU.
En 2006, el 66 por ciento de las incautaciones de cocaína en España tuvieron lugar en el mar, antes de llegar a tierra y procedía en su mayoría de Ecuador, la República Dominicana, Argentina y México.
El 11 por ciento se encontró antes de que la droga se sacara de los contenedores y el 6 por ciento en los aeropuertos.
«España tiene un papel fundamental a la hora de limitar el suministro de resina de cannabis al mercado europeo», apuntó Pietschmann, al tiempo que «sigue siendo el principal puerto de entrada de cocaína», ya que los traficantes aprovechan los lazos históricos y lingüísticos con Latinoamérica, así como su amplio litoral.
Mientras el consumo de cocaína aumenta «de forma alarmante», el de cannabis cayó por primera vez ligeramente entre 2003 y 2005, al pasar del 11,3 al 11,2 por ciento de la población española de entre 15 y 64 años.
Por otro lado, México posee el mayor número de incautaciones de marihuana (la hoja del cannabis), con el 38 por ciento, seguido de Estados Unidos, con el 24 por ciento.
Por lo que se refiere al consumo de heroína y otros opiáceos, la ONU observa un ligero descenso en España en 2005, al igual que en el de anfetaminas y éxtasis.
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