El partido que dirige Patxi López presentó este jueves el borrador de programa electoral para las próximas elecciones autonómicas. Además de proponer la constitución de "una verdadera patria vasca" y una "comunidad nacional", los socialistas vascos mencionan conjuntamente a las víctimas de ETA y "a las del franquismo" y reclaman una negociación entre el Gobierno central y el vasco.
Este borrador del programa electoral será analizado en la Conferencia Política del próximo fin de semana en San Sebastián. En él, los socialistas mantienen su convicción de que "el cambio es posible" y respaldan su propuesta con una batería de unos 2.000 puntos. A este texto se han presentado más de 600 alegaciones, aunque, en su mayoría, según explicaron los responsables del PSE-EE, son de forma y no afectan al contenido de la argumentación.
Entre ellos, destaca su intención de crear un acuerdo sobre el futuro del autogobierno vasco, incluye también su proyecto de reforma estatutaria, un pacto social entre Ejecutivo y agentes sociales o la recuperación de un acuerdo para acabar con ETA, similar al Pacto de Ajuria Enea. Este último tendrá como finalidad combatir con "pedagogía democrática" las "posiciones totalitarias" de la organización terrorista, además de "honrar la memoria y atender a las necesidades de las víctimas".
La formación que lidera Patxi López manifiesta su deseo de "construir una verdadera patria vasca que acoja a todos sus integrantes", con independencia de sus orígenes, convicciones religiosas e ideológicas. "Una verdadera comunidad política, basada en la ciudadanía y el derecho a la ciudadanía. Una verdadera comunidad nacional que, integrada en su espacio natural, que es el ámbito español y europeo", agrega.
En el capítulo referido a su compromiso de acuerdo sobre el futuro del autogobierno del País Vasco, asegura que el objetivo es "cerrar", por consenso entre las fuerzas políticas, "la crisis sobre el marco-jurídico político abierta irresponsablemente" por Ibarretxe y su propuesta "unilateral". Además, reitera su apuesta por el Estatuto y adelanta su intención de "mantener y actualizar este pacto entre vascos". "Queremos una reforma el Estatuto para mejorarlo y no para abandonarlo", explica.
Según el texto, el "proyecto de país" del PSE acogerá, de forma simultánea, "más Euskadi, más España y más Europa". "Estamos dispuestos a construir Euskadi, no en el aislamiento al que nos aboca el Plan Ibarretxe, sino insertando a nuestro país en el entorno político que le es propio: el de España y Europa", afirma. Por esta causa, reitera su compromiso electoral de "participar, con iniciativa y voluntad de diálogo, en el conjunto de reformas constitucionales y estatutarias planteadas por el gobierno".
Mezclan referencias a las vícitmas de ETA y a las del "franquismo"
Manifiesta, además, que la alternancia que propone se basa en "el diálogo, la integración y la igualdad política", por lo que se compromete a impulsar la recomposición de la unidad institucional y entre los partidos democráticos vascos, a desarrollar un Plan de Pedagogía Democrática contra el terrorismo y el totalitarismo, también vinculado a la educación en los centros, llevar a cabo políticas en defensa de las víctimas de la violencia de ETA y poner en práctica otras políticas de reconocimiento y apoyo material a las víctimas del franquismo.
El PSE asegura que existe "una necesidad de alternancia" y un ansia general de "poner fin a las políticas de enfrentamiento". E indica que "hay un agotamiento claro del ciclo político del PNV. Se ha producido, en paralelo, una recuperación evidente de la iniciativa y del prestigio del Partido Socialista". Este es un argumento válido, a su juicio, para favorecer su llegada al Ejecutivo vasco, al que se suman la caída del mito de la imbatibilidad de ETA y el hecho de que se ha producido un cambio de Gobierno en España "que abre una nueva etapa".
Pacto entre el Gobierno central y el Gobierno vasco
En el plano institucional, el PSE apuesta por alcanzar un pacto entre el Gobierno vasco y el central "que proporcione estabilidad a la lucha contra el terrorismo y sus apoyos políticos", y que "termine con las desconfianzas absurdas entre ambos Ejecutivos". Este acuerdo, permitiría, en su opinión, "aportar eficacia en el combate contra ETA y servir de referencia clara a la ciudadanía".
En el ámbito más político, la propuesta insiste en recomponer "espacios de encuentro" que, "con las adaptaciones precisas", recojan el espíritu del Pacto de Ajuria Enea y reitera su compromiso a impulsar "una política de unidad entre los partidos democráticos" mediante un foro de encuentro que defienda "las libertades y los derechos de la ciudadanía". Este instrumento estaría encaminado a "combatir a ETA y al terrorismo en todas sus vertientes" mediante el apoyo a "su derrota policial, su aislamiento social y su marginación ideológica y cultural".
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