Al drama del paro se le suma la tragedia de un creciente número de jóvenes que ni estudia ni trabaja. Es la llamada generación ni-ni, que sigue sumando adeptos. En concreto, de los 3,5 millones (3.493.992) de jóvenes entre 18 y 24 años, 750.000 se encuentran en esta situación frente a los 500.000 de 2005.
Aunque no existen datos oficiales al respecto, el uso de diversas estadísticas puede arrojar una cifra aproximada del número de jóvenes que ni estudia ni trabaja en España. Así, tal y como avanzó Libertad Digital, los menores de 34 años en esta situación oscilaba entre los 550.000 y los 710.000 hace ahora casi un año, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2009. Inactivos que viven casi exclusivamente del dinero de sus padres.La situación no sólo no ha mejorado desde entonces sino que, por desgracia, sigue empeorando. Según el reciente análisis elaborado por Florentino Felgueroso y Luis Garicano, miembros de la Fundación de Estudios de Economía Aplacada (Fedea), de los 3,5 millones (3.493.992) de jóvenes entre 18 y 24, un total de 750.000 ni estudian ni trabajan en la actualidad, frente a los 500.000 de 2005. Es decir, los datos muestran, sin duda, una tendencia al alza.
Además, la depresión demográfica que sufre España, con una pirámide poblacional invertida, tan sólo agrava la situación, ya que el número total de jóvenes ha caído desde los 3,9 a los 3,5 millones en el último lustro. De este modo, España cuenta hoy con 636.000 jóvenes menos que estudian o trabajan respecto a 2005.
Fuente: blog Nada es Gratis
Este fenómeno está relacionado con la elevada tasa de paro juvenil, próxima al 40%, y el abultado volumen de fracaso escolar. En cuanto a este último punto, ambos autores alertan de que "uno de cada tres jóvenes españoles de 18 a 24 años abandona el sistema educativo sin conseguir un título de enseñanza secundaria post-obligatoria, es decir, 1 millón de jóvenes", según la oficina estadística europea Eurostat. Un fracaso tan sólo superado por Turquía y Malta a nivel continental.Aunque las tasas de matriculación, en especial entre los 16-17 años, parecen haber aumentado algo desde el inicio de la crisis -un 1,4% en bachillerato y un 6,4% en Formación profesional (FP)-, la tasa de abandono escolar entre los 18 y los 24 años parece mantenerse constante, "sugiriendo que estos estudiantes no vuelven a la escuela", indican.
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