España supera por primera vez el millón de parados mayores de 45 años

Mientras la izquierda en España se dedica a desviar la atención buscando la confrontación con temas menores, el paro sigue creciendo a un ritmo vertiginoso y supera records negativos a cada poco. Resulta llamativo que el mayor problema que tienen los españoles no requiera de las atenciones de esa izquierda que sí se moviliza, incluso utilizando recursos públicos, para seguir dividiendo a la sociedad.

Por primera vez en la historia, España cuenta con más de un millón de desempleados mayores de 45 años. Su tasa de paro se ha duplicado desde el inicio de la crisis, al pasar del 5,9% a mediados de 2007 hasta el 13,4% a finales de 2009, alcanzando el récord de 1.038.500 desempleados.

La tragedia del paro no sólo se está cebando con los jóvenes españoles sino también con los mayores de 45 años. Por primera vez en la historia este colectivo supera el millón de parados, con un total de 1.038.500 personas sin empleo.

De este millón el 56% (580.500) son varones frente al 44% de mujeres (458.000), y el 45% (466.500 parados) lleva más de un año buscando empleo, según el último informe sobre mercado laboral elaborado por la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT).

De este modo, el perfil del parado mayor de 45 años es un varón que lleva menos de 12 meses buscando empleo de manera activa. En la actualidad, este colectivo es el único que continúa “animándose” a buscar empleo, ya que lo hace a un ritmo del 3% interanual (mientras el total de activos lo hace al -0,4%). Es decir, no cesa en su empeño de encontrar trabajo, “en parte debido a las difíciles circunstancias para las familias en estos tiempos de crisis económica que obligan a buscar nuevas fuentes de ingresos”, indica el estudio.

Sin embargo, “el problema reside en que el grado de empleabilidad para este colectivo es bajo debido a factores que van desde la falta de conocimientos hasta plantear unas remuneraciones demasiado elevadas”. Además, España sigue destruyendo empleo por lo que, en términos netos y de manera general, los que se incorporan a la población activa lo hacen directamente al desempleo.

España cerró el pasado año con una tasa de paro del 18,8%. El colectivo de los trabajadores mayores de 45 años ha visto cómo su tasa de paro se ha duplicado desde el inicio de la crisis, pasando del 5,9% en el tercer trimestre de 2007 al 13,4% a finales del pasado año.

Desde que comenzó la crisis, este colectivo ha incrementado su número de parados en 625.300. Esto supone un 24,7% del total del incremento del paro sufrido en este periodo (2.534.700). Es decir, uno de cada 4 nuevos parados es mayor de 45 años.

Por comunidades autónomas

Canarias lidera el paro de mayores de 45 años, con una tasa del 21,3% (8 puntos porcentuales más que la media nacional). Esta región es, a la vez, la que ha sufrido un mayor incremento en dicha tasa desde que comenzó la crisis, con 14,4 puntos porcentuales. Le siguen Andalucía (20,9%), Extremadura (16,9%) y Comunidad Valenciana (16,7%). Por el contrario, las comunidades mejor posicionadas son Navarra (6,9%) y País Vasco (7,2%).

Por último, en cuanto a volumen de parados mayores de 45 años, tan sólo tres CCAA (Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana) acumulan el 52% del total de los desempleados de este colectivo. Además, en Extremadura (27,1%), Castilla y León (27%), La Rioja (26,7%), Madrid (25,3%) Canarias (25,1%), Comunidad Valenciana (24,7%) y Andalucía (24,6%) uno de cada cuatro desempleados es mayor de 45 años.

Según Francisco Aranda, presidente de Agett, “no nos podemos permitir, ni social ni económicamente, que nuestro capital humano con mayor experiencia, sea uno de los colectivos que más está sufriendo la problemática del desempleo y haya comunidades donde su tasa de paro supere el 20%”.

Por ello, reclama que “es ahora más que nunca cuando son necesarias unas políticas activas efectivas que ayuden a la adaptación de los perfiles laborales a la exigencias de las empresas. En esa faceta juega un papel relevante la formación continua. No hay mejor política social que dotar a un desempleado de los medios formativos necesarios para poder encontrar un empleo que le garantice la fuente de ingresos que busca y que probablemente, necesite para aliviar cargas familiares, especialmente en este colectivo que presenta mayores dificultades para integrarse en el mercado laboral”.