Los españoles podrían pagar 8,5 millones de euros por la derogación del trasvase

Finalmente no habrá trasvase del Ebro. Ante la presión del Gobierno de Aragón, la vicepresidenta De la Vega dice ahora que la "situación de emergencia" ha cesado en Cataluña y que, por lo cual, "de justicia fue ponerlo en práctica y de justicia es derogarlo". Una decisión que podría costar a los españoles cerca de 8,5 millones de euros. La infraestructura, ahora parada en seco, ya estaba planeada en el PHN del PP, y contaba con financiación europea. Así las cosas, los catalanes se quedan sin trasvase y todos los españoles tendrán que pagar por ello.

En abril del presente año el Gobierno socialista tomaba su primera decisión de envergadura tras ganar las elecciones. Decidía rebautizar el trasvase del Ebro propuesto por el PP en el Plan Hidrológico Nacional. Bajo la denominación "Aportación Puntual de Agua", el Ejecutivo contempló una infraestructura que costaría cerca de 180 millones de euros, más los 24 millones de un plan para los regadíos del Delta del Ebro. Ahora, De la Vega ha asegurado que la "situación de emergencia" ha cesado.

Sin embargo, el paro en seco de la citada infraestructura también costará dinero a todos los españoles. Concretamente, la cifra (aún no cerrada) podría alcanzar los 8,5 millones de euros. Hay que recordar que el Plan Hidrológico Nacional contaba con financiación europea.

De la Vega: "De justicia es derogarlo"

El Consejo de Ministros ha derogado el real decreto-ley que regulaba la que denominaban "conducción temporal de agua" a Barcelona desde Tarragona al no existir una situación de "extraordinaria necesidad".

Así lo ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien ha agregado que "de justicia fue ponerlo en marcha en honor a la igualdad de todos los españoles y de justicia es derogarlo cuando ya no es necesario".

La Generalidad levanta las restricciones por la sequía

Además, el Gobierno catalán ha levantado las restricciones por la sequía que impedían llenar piscinas, regar jardines o lavar el coche en el área metropolitana de Barcelona, aunque continúan en un total de 49 municipios de la cuenca catalana del Muga, y dos cuencas -la del Segura y la del Júcar-, siguen en una situación critica.

Tras las intensas lluvias registradas la semana pasada, los embalses de las cuencas internas se encuentran al 47,2 por ciento, en tanto que los del sistema Ter-Llobregat, que abastecen a Barcelona, están al 54 por ciento, más del doble que en abril.