El director de Il Foglio, el ex comunista italiano Giuliano Ferrara, ha enviado una carta al secretario general de las Naciones Unidas, firmada por destacadas personalidades internacionales, en la que le pide una moratoria sobre el aborto. Así, en la carta señala que "en estos últimos sesenta años se han tomado muchas medidas y no se han escatimado esfuerzos para crear y sostener los instrumentos jurídicos en materia de protección de los ideales contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada el 10 de diciembre de 1948 en París.
En las últimas tres décadas se llevaron a cabo más de mil millones de abortos, por término medio unos cincuenta millones de abortos por año. Del último informe de United Nations Population Fund (Fondo de Población de las Naciones Unidas) se desprende que en China el aborto, fomentado o coactivo, es un riesgo que corren decenas de millones de niños que están por nacer en aras de una planificación familiar y demográfica gubernamental. En la India, en veinte años, por selección sexista se les quitó la vida a millones de niñas antes de nacer. En Asia el equilibrio demográfico peligra debido al infanticidio masivo de magnitud epocal. En Corea del Norte con el aborto selectivo se intenta eliminar radicalmente toda forma de discapacidad. En Occidente, el aborto también se ha convertido en el instrumento de una nueva eugenesia que viola los derechos del feto y la igualdad entre los hombres. El diagnóstico prenatal ya no cumple su función de preparación para acoger y cuidar al bebé, sino que es más bien un criterio para mejorar la raza, destruyendo de esta forma los ideales universales en los que se basa la Declaración Universal de 1948.
Sometemos a vuetra consideración una petición de moratoria".
La carta pide "someter a Vuestra consideración una petición de moratoria de las políticas públicas que fomentan formas de sumisión injustificada y selectiva del ser humano durante su desarrollo en el vientre de la madre mediante el ejercicio arbitrario de un poder de aniquilamiento, violando el derecho a nacer y a la maternidad".
El artículo 3 de la Declaración Universal contempla que "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona".
"Hacemos un llamamiento - continúa la carta- a los representantes de los Gobiernos nacionales para que expresen su opinión a favor de una enmienda significativa del texto de la Declaración: después de la primera coma, insertar desde la concepción hasta la muerte natural".
La Declaración Universal, de hecho, se refiere a los derechos humanos "iguales e inalienables" y proclama solemnemente que los seres humanos tienen la "dignidad intrínseca de todos los miembros de la familia humana".
Entre losn firmantes de la carta destacan personalidades mundiales como René Girard, antropólogo, miembro de la Academia Francesa. Lord David Alton, miembro de la Cámara de los Lores. Roger Scruton, filósofo inglés en el Bircbeck College. John Haldane, profesor de Filosofía en la St. Andrews University. George Weigel, teólogo y biógrafo de Karol Wojtyla y Joseph Ratzinger. Robert Spaemann, profesor emérito de Filosofía en la Universidad de Múnich. Sor Nirmala Joshi, superiora de las Misioneras de Madre Teresa de Calcuta. Paolo Carozza, miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Josephine Quintavalle, directora del Comment on Reproductive Ethics. Paola Bonzi, Centro de ayuda a la vida en la clínica Mangiagalli de Milán. Pierre Mertens, presidente de la Federación internacional de la Espina Bífida. Jean-Marie Le Mené, presidente de la Fundación Jérôme Lejeune. Alan Craig, presidente de la Christian Peoples Alliance inglesa. Richard John Neuhaus, teólogo y director de First Things. Carlo Casini, presidente del Movimiento por la Vida italiano. Lucetta Scaraffia, docente de Historia en la Universidad La Sapienza de Roma. Bobby Schindler, hermano de Terri Schiavo.
domingo, febrero 03, 2008
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