El campeón no es reconocido como deportista de élite en Galicia
El Gobierno de Pérez Touriño le niega las ayudas económicas
Debido a los problemas en el Centro de Tecnificación, se refugió en un club y está dispuesto a preparar la cita de Pekín en Portugal. Cal dice que "hasta 2004 no hubo problemas" y su técnico añade que tampoco los habría ahora "si Galicia compitiera en los Juegos".
"Si Galicia compitiera en los Juegos Olímpicos en lugar de España, no tendríamos estos problemas". Suso Morlán está indignado. Primero, como entrenador; después, como gallego. La razón es que David Cal, el único campeón olímpico individual en la historia de Galicia, no aparece en la relación de "deportistas gallegos de alto nivel" publicada en el Diario Oficial de la comunidad autónoma y no tiene, por tanto, derecho a las ayudas institucionales. Entrenador y piragüista apuntan al cambio de gobierno en la Xunta y a la cesión del deporte a los miembros del Bloque Nacionalista Galego (BNG) como origen de los problemas.
El argumento de las autoridades gallegas es que Cal no cursó la instancia pertinente, a pesar de que sostienen que le advirtieron. En cambio, ni el piragüista ni ningún deportista español necesitan hacerlo para percibir las becas del Estado, que actúa de oficio según los resultados.
"Nadie me dijo que tuviera que hacerlo. Cuando vi que no aparecía entre los convocados, rellené los papeles y ahora resulta que no me escogieron", explica Cal sin alterarse, como si no estuviera dispuesto a que nada turbe su equilibrio interior, clave de unos entrenamientos estajanovistas. Acaba de regresar con su piragüa hasta el Club Naval, un pequeño centro de Pontevedra donde Suso y el campeón han encontrado refugio, porque, después de muchas trabas, también se tuvieron que marchar del Centro de Tecnificación Deportiva de Pontevedra. "En el club nos dejaron un lugar para amarrar la motora y un sitio para dejar las piragüas, y sin pagar nada. Para nosostros es un orgullo, nos dijeron", cuenta agradecido el técnico. También para muchas de las personas que pasean frente a la ría y lanzan gritos de ánimo a este campeón solitario, en algunos casos tejidos de soflamas contra el Bloque.
A Cal, sin embargo, no le interesa la política, aunque recuerda que «hasta 2004 no tuve ningún problema. Fue con el cambio de gobierno cuando aparecieron». El BNG nombró conselleira de deportes a Ánxela Bugallo, pero ésos no fueron los únicos cambios. También sustituyó al director del centro donde Cal se entrenaba para colocar a Telmo Silva. A partir de ahí, el campeón sólo recuerda inconvenientes: "Pasaban cosas raras. Un día cerraban los galpones para pavimentar el suelo, pero en realidad no lo arreglaban. Nos decían que sólo podía utilizar la sala del fisio por la mañana, luego que por la tarde... Al final, nos dijeron que me diera los masajes en la sauna. ¿Acaso se gasta la sala de fisioterapia?". Ahora acuden al mismo fisio, pero a una clínica privada y pagan cada sesión. "Por todo eso, cuando Suso me dijo que podíamos ir a entrenarnos a Asturias, le dije: vámonos", explica Cal. "Allí nos trataron de maravilla", tercia el entrenador, más vehemente.
Cal sonríe, como si estuviera por encima de las miserias de sus propios paisanos. Después de haber dado paladas durante más de 13 kilómetros, hasta poner su corazón de gigante a 180 pulsaciones, sea bajo los puentes de la ría o por la corriente del río Lerez, parece encontrarse en un momento de paz interior. Es un hombre hecho al medio, al agua y al frío, de cuerpo poderoso y mirada atlántica. Se observa y confiesa que está un poco pasado de peso.
"Ahora doy unos 97 kilos y en la competición tendré que bajar hasta los 84. Es normal, porque ahora estoy haciendo volumen, carga. Para esta fase no puedes estar tan fino, porque corres muchos riesgos de lesionarte. Es mejor bajar más adelante, en la última fase de la preparación", explica antes de ausentarse para correr durante media hora. Ésa es la segunda parte de su sesión de entrenamiento en esa jornada. La tercera, 10 minutos de carga en el gimnasio. Suso ha decidido perdonársela siempre que la recupere al siguiente día. Nunca sabe la cantidad de kilómetros, de paladas, de pesas, de carrera o de largos en la piscina que le esperan cada mañana. Es una norma del técnico para no predisponerle de una u otra forma.
Ni Suso, ni Cal saben todavía dónde van a poder realizar esa última fase de la preparación antes de acudir a los Juegos de Pekín, porque la residencia de Asturias puede no estar disponible. Para entonces no les bastará la ría. Necesitarán un canal olímpico, con boyas. Tras los problemas que han soportado, están dispuestos a marcharse a Portugal. El fabricante de sus canoas les ha ofrecido sus instalaciones, cerca de Oporto. Suso las visitará esta semana.
El campeón confía plenamente en el criterio del preparador, que es a su vez director técnico de la Federación Española. La decisión de trasladarse a Asturias funcionó, como prueba el título obtenido por Cal en el Mundial de Duisburgo, en octubre, por delante de su gran rival, el alemán Andreas Dittmer. Ambos se han retado desde la camaradería. "Si no soy yo el campeón en Pekín, que lo seas tú", se han dicho mutuamente. Se van a enfrentar en C-1 sobre 1.000 y 500 metros. En 2004, el español fue oro en la primera especialidad y plata en la segunda, en la que se impuso al germano en la última competición, en su propio país.
La cita de 2008 ha sido el objetivo desde que Cal probó el oro en Atenas. De hecho, Suso habría querido trazar otra preparación que les hubiera permitido no pasar por determinadas competiciones, pero eran peajes necesarios para renovar la beca ADO. "Lo habríamos podido hacer con lo que nos daba la Xunta, pero lo dejamos de percibir tras el primer año del Bloque. Eran 18.000 euros para David y 12.000 para mí", dice el técnico, que se dirigió sin éxito a Emilio Pérez Touriño. El presidente de la Xunta, sin embargo, es presa de sus propios pactos.
Contabiliza que la cantidad que ha dejado de percibir Cal es de 38.500 euros, pero insiste que para el piragüista ha sido peor la sensación de sentirse humillado en su propia tierra. Además de la beca gestionada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), Cal se beneficia del patrocinio de la Diputación de Pontevedra, que continúa en manos del Partido Popular. En su canoa y su vestimenta promociona Rías Baixas a cambio de 90.000 euros.
José Ramón Lete, anterior director general de Deportes, fue relevado tras la victoria en las elecciones autonómicas de 2005 de la coalición PSG-BNG. «Con Joserra nunca tuvimos ningún problema», recuerda Cal. Lete, que ahora ocupa el mismo puesto en la Comunidad de Madrid, explica: "En estas situaciones hay que actuar de oficio, porque estamos hablando de un caso especial. No se puede someter todo a una cuestión administrativa. Es increíble que David no tenga el apoyo de la Xunta, cuando defiende los colores de Galicia y España, aunque quizá lo segundo no les guste demasiado".
lunes, enero 28, 2008
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