El PP pide que se denomine a Peces Barba "Alto Comisionado para el diálogo con los terroristas"

RECONOCE HABER HABLADO CON LA AVT DE LA AMNISTÍA A PRESOS

El portavoz del Partido Popular en la Comisión de Interior del Senado, Ignacio Cosidó, ha pedido en el pleno de la Cámara, que ya que Peces Barba no dimite, “sea cesado por el Gobierno que lo nombró, o al menos le cambie el nombre a su cargo y lo denomine como lo que en realidad es, el Alto Comisionado para el diálogo y el amparo de los verdugos terroristas”. Peces Barba ha reconocido en una entrevista que habló con la AVT de una posible amnistía para terroristas después de negarlo en sucesivas ocasiones.

Ignacio Cosidó denunció que el nombramiento de Gregorio Peces Barba como Alto Comisionado para las Víctimas ha sido en realidad una “pieza más en la estrategia del presidente del Gobierno de abrir un diálogo con la banda terrorista ETA”. El senador del PP exigió al Gobierno que deje de decir “por las mañanas palabras bonitas a las víctimas, mientras por las noches mantiene contactos clandestinos e indecentes con los asesinos”.

Cosidó realizó estas consideraciones en el transcurso de una pregunta oral al Gobierno, en la que interrogaba al Ejecutivo sobre las razones de que no se cese a una persona que es rechazada por el 90 por ciento de las víctimas. En este sentido, recordó que el Partido Socialista se había comprometido a introducir como criterio de Gobierno “el no ir contra la opinión pública”. Cosidó ha reprochado al Ejecutivo de Zapatero de estar en “flagrante contradicción”, por mantener en su cargo a una persona que es rechazada por la asociación mayoritaria de víctimas, el colectivo al que en teoría se dedica. “Las víctimas le rechazan porque las ha dejado por mentirosas y porque las ha despreciado no acudiendo a sus convocatorias”, señaló Cosidó, que tildó además a Peces-Barba de “sectario e incompetente”.
En opinión de Cosidó, el “significativo silencio” del ministro del Interior, José Antonio Alonso, que no se refirió ni en su respuesta ni en su réplica a la acusación explícita de que el Gobierno mantiene contactos con ETA, “solo puede interpretarse como una confirmación de los mismos”.